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El Real Unión estrenó entrenador con triunfo por 3-1 frente al Bilbao Athletic en un partido que se jugó en el gigantesco charco en el que la intensa lluvia del fin de semana convirtió Gal y tanto o más o condicionado aún por las ... rachas de viento.
En la última sesión preparatoria, la víspera, «ya pudimos comprobar cómo se encontraba el terreno de juego. Era una cuestión de capacidad de adaptación y esta plantilla ya ha competido dos partidos en parecidas condiciones y lo hizo al máximo nivel», recordó el nuevo técnico, Albert Carbó. «Hemos planteado un partido más práctico. Hemos sido el Real Unión que queríamos ser y se ha reflejado sobre el terreno de juego. Los chicos han dejado la piel y hemos conseguido el resultado», señaló. Reconoció que ha recogido «el buen trabajo que venían haciendo atrás» al que ha incorporado sus matices, básicamente, «ajustar aspectos defensivos para estar más compactos en situaciones cerca del área y conceder poco al rival».
En un partido en el que «el campo, el agua, el viento, delimitan el juego con balón, se generan pocas ocasiones. Hemos intentado ser prácticos, a veces con un juego más directo y otras combinando con pocos pases intentar llegar a la portería del rival». La efectividad defensiva redujo las opciones del Bilbao Athletic para anotar mientras que «el acierto y el talento de los jugadores ofensivos que tenemos en la plantilla, que son muy buenos, nos llevó a nosotros a marcar tres goles».
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