Bidasoa activa convoca nuevas becas para emprendedores

Son casi 2.000 euros de incentivo económico «y muchos intengibles que son muy interesantes», afirmaba Páez. Los becados tienen derecho a un espacio gratuito en el coworking de la agencia «con luz, teléfono, internet, salas de reuniones» y mucho más. «Los técnicos de la agencia les ayudan con los planes de negocio y marketing, con contactos con empresas» todo en el mismo espacio que otros emprendores con los que compartir experiencias, contactos o incluso negocio.

La convocatoria de 2018 se resolvió con siete iniciativas becadas que se correspondían con ideas de negocio atractivas, factibles e innovadoras que ahora maduran al calor de la agencia. «Ante ideas innovadoras como ésas, las instituciones estamos obligadas a asesorar, a apoyar, a ofrecer contactos... Pero la ayuda económica también es importante. Entendemos que da a los emprendedores cierta garantía, cierta tranquilidad en el momento de empezar a desarrollar el proyecto», reflexionó María Serrano, consejera de Bidasoa activa. «Por eso Bidasoa activa ha tomado la decisión de repetir la convocatoria de estas becas en 2019», sobre cuyas condiciones pueden informarse quienes tengan interés en la sede de la agencia (palacio Ducourau, en Anzaran) o en el 943 509 600.

Páez y Serrano anunciaron esta nueva edición de las becas junto a dos de las personas cuyos proyectos fueron elegidos en la convocatoria anterior.

Mikel Aranburu trabaja en un proyecto que pretende desarrollar audiodescripciones de películas cinematográficas para invidentes «pero en euskera. Esto existe en castellano, en inglés... pero en euskera no y aunque seamos pocos, creo que nuestro idioma debe estar al mismo nivel que el resto». Es el primer paso de un proyecto que podría ir más allá, profundizando en esa línea. «De momento estoy tratando de hacer la primera película este año. Hay tres de las que se estrenarán en 2019 que podrían tener audiodescripción en euskera y estoy estableciendo contactos».

La idea de Sonia Ruipérez es bien distinta. Su proyecto es de diseño de moda y confección con una perspectiva de «sostenibilidad». Merecer este adjetivo se persigue desde distintos campos de trabajo. «Busco utilizar retales y sobras de tejidos ya fabricados porque se producen demasiadas telas y hay que ir pensando en hacer las cosas de otra manera. Trabajo también en técnicas de patronaje que permitan aprovechar mucho más las telas, dejar menos sobrantes». También trabaja sistemas innovadores como la impresión 3D, con materiales «reciclados o que incorporan parte de la esencia de la comarca: polvo de madera de nuestros árboles, viejas redes de pesca de Hondarribia, arena de nuestras playas...» En su diseño plantea «una confección personalizada que deje de lado las tallas y las modas y transmita una identidad propia» y por fabricar «prendas versátiles para que no tengamos que tener tantas». Aunque trabaja también en otros frentes, sus primeros resultados, «en una línea más de fantasía», se verán en apenas un mes durante la feria Krea.