Joseba Larratxe Josevisky Dibujante de cómics, ilustrador y arquitecto
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Joseba Larratxe Josevisky Dibujante de cómics, ilustrador y arquitecto
Josevisky es dibujante, ilustrador y también, por cosas de la vida, arquitecto. Joseba Larratxe Berazadi (Irun, 1985) realizó estudios de arquitectura en la escuela de San Sebastián, pero su pasión siempre ha sido, es y será, el cómic. Ganador el año pasado del Premio Euskadi de Ilustración por 'Ni ez naiz Mikel Laboa', gracias a él ha tenido el derecho a realizar el cartel de este año de la Itzulia. Una imagen que quedará en la memoria.
–¡Menudo cartel más bonito!
–Eskerrik asko! A decir verdad, me quedé bastante a gusto.
–En estos tiempos de Inteligencia Artificial, sirve para comprender todo lo que tiene que tener un buen cartel.
–Creo que la gente se queda con la estética, pero para mí es totalmente secundaria en la ilustración. Lo primero es el mensaje o la historia que quieras contar. Y eso necesita de experiencia y de talento. Un profano con un programa de IA no lo puede lograr.
–¿Tenías claro qué querías plasmar?
–El cartel de la Itzulia lo hace el que gana el Premio Euskadi de Ilustración, así que en cuanto me lo dijeron empecé a pensar en el cartel. Me vinieron dos imágenes. Una, que siempre identifico con el ciclismo, la cara de esfuerzo de los ciclistas, con la boca medio abierta, los dientes apretados. Y la otra, la afición vasca. En cualquier parte del mundo en esas pruebas de montaña hay siempre algún aficionado vasco agitando la ikurriña... Quería hacer un poco homenaje a los aficionados, así que se me ocurrió juntar las dos imágenes, poniendo la cara del ciclista y reflejando en sus gafas toda la afición. Y surgen además muchos juegos, porque vemos el esfuerzo del deportista, el calor que le dan los aficionados, nos ponemos en la piel del ciclista, porque ves lo que él ve...
–Y mirando a 'Ni ez naiz Mikel Laboa'... ¿Cómo es eso de trabajar con otros artistas?
–Tengo que admitir que con Unai Iturriaga y Harkaitz Cano ha sido una gozada. Me dieron una confianza y una libertad total.
–¿Se trabaja con un guion o con una explicación previa?
–Normalmente, el modo tradicional de hacer cómics es: el guionista escribe todo el guion y se lo pasa al dibujante para que lo dibuje. Como suele pasar también en el cine con los guiones y en el teatro. En nuestro caso fue muy interesante, porque participé desde el principio en el concepto del cómic. Nos juntamos los tres en Lekeitio, sitio especial para Mikel Laboa. Cogimos una pared, la empapelamos y la usamos como pizarra para poner todas las ideas que se nos ocurrían. Desde ahí yo también pude aportar. estéticamente qué juegos podían darnos sus canciones, sus letras, su forma de vestir... Aunque yo no haya escrito el cómic, sí que he aportado en el rumbo que iba a tomar la historia.
–Es muy interesante, porque puede haber una coherencia mayor...
–Desde luego. Ha sido curioso, porque como hemos sido tres personas, hemos tenido que improvisar un poco la forma de trabajar. Definimos una estructura difusa de lo que teníamos que contar. Cada uno cogió un papel. Yo empecé con los diseños de los personajes, a buscar una estética y Arkaitz escribió el primer capítulo, que fue el que definió el tono más humorístico, más fantástico del cómic. Nos lo pasó y yo lo dibujé. Después, se lo pasé y Unai empezó a escribir el segundo. Así que, el trabajo de cada uno influía en el de los otros dos. Ha sido como un trío de jazz, que creo que le viene muy al pelo a la figura de Mikel Laboa. Ese caos ordenado.
–Parece que teníais claro lo que no queríais hacer y sobre eso fuisteis construyendo.
–Puede ser, no lo había pensado, pero me gusta.
–Habrás visto 'El Chico y la garza'...
–¡Sí, claro! Soy un fan total de Miyazaki. Supongo que se nota en mi estilo de dibujar. Creo que mis influencias no las escondo demasiado.
–Una curiosidad, ¿has trabajado algo de arquitecto? Porque lo eres de formación.
–Nunca (ríe). Como soy muy cabezón, terminé la carrera. Estudié un poco por inercia, porque mi padre, mi hermano, mis tíos, todos son arquitectos. Seguí un poco la corriente, pero desde siempre lo mío ha sido el dibujo y especialmente los cómics.
–¿Cuál fue el primer cómic que cayó en tus manos?
–Pues acabo de ser padre y en mi familia estamos removiendo los recuerdos de la infancia. Mi madre ha encontrado en un papel apuntadas mis primeras palabras cuando tenía 20 meses. Y entre esas primeras palabras están Asterix y Tintin, así que con eso te lo digo todo (ríe).
–Ahora hay muchísimas opciones diferentes.
–Esta ola de los últimos años en la que en el mundo entero el cómic está llegando a muchísimo público y muy diverso. Es una gozada lo que está pasando ahora mismo con el cómic vasco. Yo estoy encantado.
–¿Y qué creadores destacarías?
–Hay nombres que han sido referentes, Antton Olariaga, Asisko... Pero en la novela gráfica, este formato que está dando tan fuerte ahora, me gusta mucho 'Natasha', de Aritz Trueba, que me gustó muchísimo, tanto visualmente como lo que cuenta. Y también estoy muy contento porque se están animando a dibujar cómic cada vez más chicas. Ahora con el colectivo Tupuxt, un grupo de chicas están haciendo cómics colectivos: cogen un tema y hacen un tomo. Van por el tercero.
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