
Ver fotos
«¡Qué fiesta! Me ha parecido precioso»
cantineras del alarde tradicional ·
Las cantineras del Alarde tradicional vivieron el día fantástico con el que soñaban y que la pandemia había retrasadoVer fotos
cantineras del alarde tradicional ·
Las cantineras del Alarde tradicional vivieron el día fantástico con el que soñaban y que la pandemia había retrasadoJoana Ochoteco e Iñigo Morondo
Irun
Jueves, 30 de junio 2022
Llevaban dos años esperando. No a salir como cantineras, sólo a tener la posibilidad de hacerlo. En el caso de estas 19 jóvenes esa ilusión se hizo realidad ayer aunque sus sanmarciales habían empezado mucho antes.
Publicidad
«Desde el minuto 1 después de que me eligieran cantinera me lo estoy pasando en grande», aseguraba Marina Rodríguez (San Miguel) interrumpiendo la juerga que tenía con Alba Rodríguez, cantinera de Ventas, al son del Joló en la plazoleta del Juncal. «Cada emoción es diferente, cada emoción es nueva. Hasta los ensayos, que alguien podría creer que al final son lo mismo todos los días, pues no, son todos distintos. Vives cosas diferentes, sientes nervios diferentes». Obviamente, nada de todo lo anterior, ni el 28, ni la Revista siquiera, es comparable a vestirse de cantinera el 30 de junio. «Esto... esto es increíble. Para esto no tengo palabras», decía Marina Rodríguez antes de ponerse de nuevo a saltar al ritmo del Joló.
Un momento muy especial de este día 30 es la Arrancada. Todas las cantineras lo mencionan, pero ayer para una de ellas tenía un significado extra. «Estaban sonando los toques del cornetín y yo ya estaba mirando al balcón de casa». Ane Igiñiz, cantinera de la Tamborrada, desde detrás de los hacheros, veía perfectamente su hogar, en la calle San Marcial, lleno de familia y amigos. «Siempre veo el Alarde ahí. Cuando he pasado por debajo se me han puesto los ojos llorosos. Ha sido muy emocionante».
Marina Monserrat, cantinera de la Banda ya había tenido su momento de máxima emotividad familiar dos horas y media antes de la Arrancada. Hace más de 70 años, su aitona, Manolo Monserrat, se sumó a Tife y Dionisio Zabala, autores de la Alborada, para darle al conjunto la forma de trío que tiene ahora. Hace mucho que cedió su puesto en la formación, pero ayer los actuales herederos de esas voces de trompeta, Mikel Ramírez y Jon Aizpuru, se echaron a un lado de las interpretaciones de la Alborada. Manolo y su nieto Ander, junto con el redoble actual, Mikel García Estagnan, tocaron a las 5.15 de la madrugada al pie de una ventana de la calle Santa Elena. Desde ella escuchó Marina Monserrat esa pieza que tanto le gusta tocada por su aitona y su hermano. «Ha sido muy emocionante que el aitona haya vuelto a tocarla por mí y que lo haya hecho con Ander», decía Marina a quien le cambiaba la cara sólo con recordarlo.
También Marta Sagüés, cantinera de Real Unión, pudo escuchar la Alborada «y a la gente cogiendo sitio para ver el Alarde» mientras se preparaba. «Ha sido increíble volver a oír esos sonidos, después de dos años».
Publicidad
La lluvia que acompañó al desfile durante parte de la jornada no empañó la emoción de las cantineras: «no ha sido para tanto», aseguraba Marta Sagüés. «Ni me he enterado de que llovía», añadía Aitana Llorente, cantinera de Anaka. «No se siente ni el cansancio, ni la lluvia, ni el frío. Todas las horas parecen pocas, pasan rapidísimo», aseguraba Aia García, de Caballería. La otra cantinera a caballo, Miriam Amunarriz (Artillería) iba bien protegida «con tres capas de spray impermeabilizante que me han echado en la guerrera. He salido casi mareada...», decía riendo.
Para otras no fue cuestión de protegerse. «¿La lluvia? Da igual», decía Nerea Paternain, cantinera de Santiago, que prefería pensar en los momentos especiales del día, como «la bajada de la iglesia, hacia mi barrio. Ha sido maravilloso». «Es que con las ganas que tenía de vivir este día no me iba a venir abajo porque lloviera, ¿no?», decía Ane Alonso, de Uranzu.
Publicidad
Destacaba ella que se había sentido «muy arropada durante todo el día». Las cantineras siempre reciben el calor del público y de sus compañías, pero fueron muchas las que remarcaron ayer que todo eso se había multiplicado en un año especial que aunaba el quinto centenario de la batalla de San Marcial y el regreso del Alarde después de la pandemia: «si ya es un día emocionante de por sí, este año mucho más. Se nota que la gente está volcada», afirmaba Sandra Arocena, de Azken Portu. Como expresaba Ixaro Ugarte, cantinera de Olaberria, «todo Irun está muy emocionado con las fiestas y este año está siendo especialmente intenso». Naiara Hermoso, cantinera de Lapice, también se refería a este año «especial» en el que todos «estamos disfrutando un montón». Aia García también había percibido «la emoción y el sentimiento que hay en el ambiente. Se nota que todo el mundo tiene muchísimas ganas».
«Vivir esto es una pasada, el día está lleno de momentos bonitos y todos son especiales», afirmaba Elena Narbarte, de Buenos Amigos. En palabras de Ane Encabo, de Meaka, «no quiero tener que elegir un tramo o un momento concreto, todo el día ha sido increíble» . «Yo es que estaba soltando lágrimas nada más empezar, viendo en la Arrancada a la cantinera anterior de la compañía, a mi ama, a mis amigas...», decía Nerea Merino, la cantinera de Ama Shantalen.
Publicidad
Ser cantineras les dio la oportunidad de asistir a momentos muy especiales de la jornada, como «el voto en San Marcial» que destacaba Nerea Paternain. «Nunca lo había vivido desde dentro y ha sido muy bonito». Especial, para Nekane Galarza (Bidasoa), la recogida de la bandera de la ciudad en los arkupes del ayuntamiento, «algo que sólo había visto en vídeos por internet». A Alba Pérez le sorprendió la bajada de la Iglesia «porque nunca veo pasar el Alarde por aquí. ¡Qué fiesta! Me ha parecido precioso», contaba con una sonrisa que la desbordaba. También le gustó ir desde su barrio al centro con la compañía, «un camino largo, pero muy bonito». Y lo mismo contaban Leire Aguirrezabala en su desfile desde Behobia y Nekane Galarza, que salía de Alunda y decía que «el camino se hace corto. Bueno, todo el día pasa muy rápido». «Es que todo en este día es increíble y, además», añadía Celia Gravina, cantinera de Belaskoenea, «nos queremos mucho entre nosotras y nos emocionamos viendo a las demás».
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.