Irun completa su adaptación a la normativa de Servicios Sociales

En los últimos años, las distintas administraciones vascas, entre ellas el Ayuntamiento de Irun, han tenido que realizar un trabajo importante para adaptar sus recursos al nuevo mapa de servicios sociales. El delegado municipal de Bienestar Social, Sergio Corchón, explicó ayer los avances que se han llevado a cabo desde su departamento para dar cumplimiento al marco normativo.

«En los últimos años, hemos hecho unos avances muy importantes que se corresponden con unos aumentos presupuestarios también muy importantes», señaló Corchón. «En 2018, el presupuesto en Bienestar Social fue, prácticamente, de 10 millones de euros, todo ello para cumplir lo que nos marca el que denominamos 'decreto de cartera'. A día de hoy, podemos decir que el Ayuntamiento de Irun tiene sus competencias municipales hechas».

Este 'decreto de cartera' establece un total de nueve servicios sociales de atención primaria que son de competencia municipal. El primero de ellos es «el servicio de información, valoración, diagnóstico y orientación», añadió el delegado. «Aquí entra la atención a través del personal de trabajadoras sociales que, en el caso de Irun, ha aumentado significativamente casi un 40% hasta llegar a día de hoy a tener 18 en atención primaria».

La ayuda a domicilio, la intervención socioeducativa y psicosocial y el apoyo a personas cuidadoras son otros de los servicios que corresponden al Ayuntamiento. La lista se completa con la promoción de la participación y la inclusión social en el ámbito de los servicios sociales y los servicios de atención diurna, acogida nocturna y alojamiento.

«Muchas de las cuestiones que plantea el nuevo mapa de servicios ya eran una realidad en Irun y en otros casos, la nueva normativa nos ha dado la oportunidad de incorporar recursos que creemos son fundamentales en el apoyo a las personas con más necesidades», explicó Sergio Corchón.

Entre las mejoras introducidas estos años, el delegado de Bienestar Social destacó «el nuevo Servicio a Domicilio (SAD), con la ampliación, por ejemplo, de situaciones o casos en los que esta ayuda puede ser solicitada». Otro de los avances significativos ha sido la ampliación de los recursos centrados en las personas mayores y en prevenir su aislamiento social, con la creación de nuevos locales sociales. «Irun dispone en la actualidad de siete centros de estas características repartidos por varios barrios de la ciudad, incluyendo en muchos casos dinamización profesional para fomentar el envejecimiento activo».

En este apartado, hay que añadir, además, el programa de prevención del aislamiento para las personas mayores que viven solas».

Como novedad, Sergio Corchón apuntó la apertura, en convenio con Hondarribia, del centro comarcal Zubia para personas en exclusión o en riesgo de exclusión, «un recurso fundamental que refuerza el dispositivo diurno de comedor social y punto de encuentro».

El delegado avanzó que, si bien en materia de servicios de alojamiento se han introducido cambios positivos, «como el incremento de plazas en pisos de acogida para situaciones de urgencia social y mujeres víctimas de violencia machista, nos queda completar este apartado con la dotación de apartamentos para personas mayores, algo que será una realidad con el futuro complejo residencial de Arbes, fruto del convenio con la Diputación, una instalación que esperemos dé pronto sus primeros pasos».