La Junta de Mandos del Alarde tradicional renueva el voto en San Marcial

Vuelve a ser un 30 de junio atípico en Irun. Banderas en los balcones, irundarras vestidos de rojo, blanco y negro y las marchas de San Marcial sonando desde algunas terrazas son los ingredientes festivos de una jornada que, por segundo año, la ciudad vive en un formato muy reducido y diferente al habitual. No hay grandes actos programados, pero sí algunas pinceladas que recuerdan por qué este ha sido, es y será un día marcado en rojo en los calendarios irundarras.

Irungo Betiko Alardearen Aldekoak se ha reunido antes de las 6.00 en la plazoleta del Juncal para, portando el pendón, subir en procesión al monte San Marcial. El entorno de la ermita ha sido testigo poco más tarde, a las 8.25, del cumplimiento del voto a cargo de la Junta de Mandos del Alarde tradicional. Representantes de la Junta del Alarde y de otras asociaciones colaboradoras han acudido a un acto íntimo y sin público, cuyos participantes se han situado sobre el tablado manteniendo la debida distancia de seguridad y con mascarillas. Tras un repique de campanas se ha procedido a la lectura de un texto en el que se ha recordado a «todos aquellos que nos han dejado durante este último año». El general, Paco Carrillo, y la representante de cantineras, Nerea Ugarte, han realizado a continuación la ofrenda floral.

Tras el acto, el general ha afirmado que «la historia nos debe dos. Lo único que podemos decir a todo Irun es que ya falta menos. Paciencia. Ya no queda un año, queda algo menos para volver a esta peña de Aldabe con otro ánimo totalmente diferente». Asimismo, ha destacado que «hemos cumplido la normativa Covid a rajatabla».

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