Secciones
Servicios
Destacamos
Serio e incapaz de contener la emoción por momentos, Mikel Llorente se ha despedido este miércoles como entrenador del primer equipo del Real Unión.
Se ha reunido con la que hasta la víspera era su plantilla y antes de firmar la resolución de su contrato, ... ha comparecido en la sala de prensa con un mensaje principalmente de agradecimiento en el que el técnico de Hondarribia ha remarcado ese estilo propio, sobrio y comedido, pero directo y sincero, que ha mostrado en estos meses en los que ha guiado la nave unionista. En la lista de personas a las que agradecía estaban todos los estamentos del club, desde el presidente Igor Emery, «por la oportunidad de haber sido entrenador del Real Unión estos meses», hasta «la gente del fútbol base, apasionados de este deporte». Ha incluido también a sus jugadores, «a todos, a los que han puesto facilidades, por ayudarnos; a los que han puesto dificultades, por mejorarnos».
También ha incluido en los agradecimientos a su familia, «que es la que más sufre, es la gente que sufre de verdad, que sufre por mí». Ha lamentado que les ha tocado «sufrir mucho por las faltas de respeto que he tenido en momentos de esta temporada. Es difícil cuando viene la familia a verte y se van de un campo de fútbol muy disgustados por las faltas de respeto hacia mí». Seguidamente, se ha dirigido «a la afición, aquellos que están siempre con el equipo, aquellos que siempre animan, aquellos que siempre aportan, aquellos que siempre empujan» y les ha pedido «que sigan, que sigan animando, que sigan empujando, que sigan transmitiendo energía positiva. Creo que hace falta, y mucho, energía positiva».
Otro de los mensajes que ha dejado Llorente ha sido el de que tanto él como su segundo, Aimar Sagastibeltza, y el preparador físico, Jorge Álvarez (que también abandonan el club), se veían «con energías y fuerzas, convencidos de poder sacar adelante esta situación. Pero no ha podido ser». No ha querido entrar a valorar lo adecuado o no del momento de su destitución, pero sí ha explicado su visión de la situación: «Hemos elegido ser entrenadores, sabemos cómo es nuestro mundo y nuestra vida. Al final cada uno que asuma sus responsabilidades. Yo asumo las mías, pero está claro que la cuerda se rompe por donde se rompe». No ha omitido la autocrítica, pero dejando muy claro que sale «con la conciencia muy tranquila. Evidentemente, algo hemos hecho mal, o muchas cosas hemos hecho mal, pero con todas las horas que hemos metido, todas las vueltas que les hemos dado a las cosas y todo lo que hemos querido corregir y mejorar, nos tenemos que ir tranquilos. Nos vamos con pena, pero con la conciencia tranquila». Llorente ha terminado deseando lo mejor al club, a la plantilla y a los miembros del staff que permanecen en la estructura unionista.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.