Un San Marcial atípico por el Covid

No suena la música. Tampoco se escuchan las cargas de las escopetas. Es 30 de junio, pero el coronavirus ha dejado a Irun sin su Alarde. Sin embargo, dos actos simbólicos en las campas de San Marcial han recordado a los irundarras que hoy es su día grande.

A las ocho de la mañana, la Junta de Mandos del Alarde tradicional ha subido en romería al monte San Marcial para celebrar la ofrenda floral. La mascarilla se ha colado esta vez en la indumentaria festiva para una ceremonia que se ha celebrado sin público. También ha estado restringido a los miembros de la corporación municipal el cumplimiento con el Voto al Santo, que ha tenido lugar a mediodía en la ermita.

La rampa de acceso a la ermita ha permanecido cerrada desde las 10.00 horas, incluso el entorno de la campa, y no se ha permitido siquiera el uso de la carretera de subida.

El coronavirus ha trastocado el programa habitual de las fiestas de San Pedro y San Marcial, que salvo la Diana de San Pedro de ayer y los dos actos de hoy ha quedado reducido a actividades online.

Desde el 28 hasta el 1, la agenda de cualquier irundarra está llena de ritos y rituales, de citas compartidas con el resto de la ciudad y otras que no trascienden el ámbito familiar o de la cuadrilla. Y muy poco de eso nos ha permitido salvar este 2020.