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A Nerea siempre le ha gustado escribir y de cara al futuro no descarta adentrarse en nuevos géneros. De hecho, tiene escrito un poemario. FLOREN PORTU
«Todavía hay muchos niños que tienen el rol masculino muy interiorizado»
Bidasoan

«Todavía hay muchos niños que tienen el rol masculino muy interiorizado»

Nerea Kortabitarte, Transmitiendo valores de la mano de Juliette ·

Ha publicado tres cuentos, en euskera y castellano, con ilustraciones de Rubén B. Caballero y Pablo García de la Fuente

ANIA M. SEISDEDOS

Miércoles, 13 de julio 2022, 19:39

Nerea Kortabitarte suele decir que nació con un lápiz en la mano y rodeada de libros, revistas y periódicos. La pasión por la escritura que fue desarrollando según iba creciendo le llevó a estudiar Periodismo, vinculando después su trayectoria profesional a proyectos culturales. En 2019 aunó esa pasión con su deseo de transmitir valores en la infancia, publicando 'Juliette chica valiente', su primer cuento infantil, al que siguieron 'Juliette y un planeta llamado Tierra' y, hace apenas dos meses, '¡Viva la diferencia, Juliette!'.

«Mi hija vino un día diciendo que un niño le había dicho que no parecía una chica porque contestaba»

–¿Cuál es el origen de este proyecto?

–Un día mi hija Lucía vino a casa diciendo que un niño de su clase le había dicho que no parecía una chica porque contestaba. Pensé que no podía ser que se siguieran produciendo estas situaciones, que teníamos que hacer algo, y así surgió el primer cuento.

–¿Cómo definirías a Juliette?

–Es una niña de siete años empoderada, echada para adelante, que rompe con el rol establecido de cómo tiene que ser una niña, calladita, modosita, que siempre va de rosa... Quería un personaje que fuera todo lo contrario.

–¿Te inspiraste en alguna persona o personaje para darle vida?

–Es un poco como Arya Stark, el personaje de Juego de Tronos. Cuando veía la serie siempre pensaba que Arya era mi chica valiente, porque no tenía ningún problema en enfrentarse a cualquiera y quizá cumplía ese rol más masculino. Esa fue un poco la inspiración para crear a Juliette, aunque el personaje no tiene nada que ver con Arya, tiene su propia personalidad.

–Los estereotipos de género, ¿siguen presentes en la infancia?

–Lo que veo en los talleres y dinámicas didácticas en las que trabajamos los cuentos es que las niñas están empoderadas, que tienen las cosas muy claras y que saben que tienen que contestar, pero que hay muchos niños que tienen el rol masculino súper interiorizado y que de ahí no salen. Lo veo en casa también, a mi hija pequeña le encanta jugar al fútbol y su hermana y ella saben que pueden llegar a ser lo que quieran. Pero los chicos siempre hablan de profesiones que han sido más bien masculinas y en las dinámicas no quieren ponerse tutús y bailar, como hace el personaje Bruno de los cuentos. De 150 niños he conseguido que lo hagan solo tres. Y veo que no lo hacen por el qué dirán. Por eso creo que es muy importante trabajar con los niños en nuevas masculinidades, en que hay otras maneras de ser, que un niño puede llorar, puede pedir un abrazo, puede querer ser bailarín....

«El tercer cuento, '¡Viva la diferencia, Juliette!', tiene como objetivo trabajar la diversidad »

–Los cuentos están enfocados precisamente a trabjar ese tipo de cuestiones y valores, ¿verdad?

–Sí. 'Juliette chica valiente' es para trabajar la igualdad y los estereotipos de género y 'Juliette y un planeta llamado tierra' surgió con la pandemia, cuando vimos la necesidad de trabajar más los temas medioambientales. Por último, '¡Viva la diferencia, Juliette!' tiene como objetivo trabajar la diversidad étnica, de género y funcional.

–¿Cómo?

–Se trabaja a través de situaciones cotidianas, porque creo que cuando los niños ven en el cuento una situación que les puede pasar a ellos mismos, en la ikastola o con los amigos en la calle, se sienten más identificados.

–¿Crees que hoy en día los cuentos siguen teniendo fuerza en la educación de los niños o las pantallas les han ganado terreno?

–Yo reivindico el poder de los cuentos para trabajar valores en la infancia, creo que ayudan a hacerlo de una forma más tradicional. Para mí uno de los momentos más especiales en la crianza era ese en el que mis hijas se metían en la cama y les contaba un cuento para transmitirles valores que considero importantes para su educación. Ese momento es pura magia y creo que una pantalla no lo puede sustituir. Eso no quiere decir que esté en contra de que haya pantallas en la educación, porque la tecnología no tiene por qué ser mala, depende de cómo se use. De hecho, desde mi agencia de comunicación y en colaboración con Grupo R de Valencia, hemos hecho un cuarto libro de Juliette en versión digital para la Organización de Estados Iberoamericanos. Se utilizará en 23 países de Latinoamérica para ayudar a los docentes a trabajar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Y dentro de ese proyecto también hemos creado un juego interactivo. Así que creo que una cosa no está reñida con la otra, que se puede incorporar la tecnología a la transmisión de valores.

–¡Así que Juliette va a viajar muy lejos!

–¡Sí! Juliette va a ser la imagen de toda esa campaña, que todavía no está implementada. Es un proyecto súper bonito.

–Volviendo a los tres cuentos publicados, ¿cuál ha sido su repercusión?

–Han tenido una buena acogida. El primer cuento fue súper bien, vamos por la segunda edición. Y el 'crowdfunding' que hicimos para publicar el tercero ayudó a darlo a conocer fuera de Euskadi. Quiero poquito a poco ir saliendo de aquí. El otro día, por ejemplo, estuve firmando cuentos en la Fnac de Valencia.

–¿Habrá nuevas aventuras de Juliette?

–No lo sé. Ahora quiero centrarme en la promoción del tercero y de los anteriores y en trabajar la distribución. En el futuro ya se verá, no quiero publicar por publicar. Quiero que si sale un cuarto cuento tenga coherencia y vaya en el hilo de lo que hemos publicado. Y si no, saldrán otros proyectos.

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