Las obras del futuro jardín de Beraketa ya se hacen notar en Fermín Calbetón

Las máquinas que trabajan últimamente en la parcela han tirado ya parte del muro «y nos estamos encontrando con mucha gente que nos pregunta qué es lo que vamos a hacer aquí», comentó el alcalde, José Antonio Santano, que se acercó hasta el entorno para explicar in situ lo que está ocurriendo. «Lo primero que hay que decir es que ésta no es una actuación municipal. Es de esas mejoras del espacio público que se producen por una obligación establecida por el Ayuntamiento, en este caso, a los promotores del edificio que se está construyendo al lado».

Las cargas urbanísticas impuestas desde el consistorio al nuevo inmueble incluían que «ese jardín privado pasara a ser público y que fuera acondicionado debidamente», explicó el delegado de Urbanismo, Miguel Ángel Páez, «incluyendo el acceso desde Beraketa y también desde Fermín Calbetón, tanto con escalera como con rampa para garantizar la accesibilidad a todas las personas».

El jardín conservará los dos árboles existentes incluidos en el catalogo de protección municipal, «un cedro centenario y un magnolio», señaló el alcalde, que incidió en que la nueva ordenación del jardín está pensada para destacar, precisamente, al primero de esos dos ejemplares.

Santano señaló que ese jardín es «uno de esos espacios de detalle que aparecen en las ciudades de vez en cuando. Estará abierto hacia el callejón de Beraketa, la calle más antigua de Irun, de la que existen referencias desde el siglo XVI. Será espacio para la lectura, para compartir con amigos; será un jardín con valor añadido: con historia, con un árbol especial y en el corazón de la ciudad».

El nuevo inmueble entre Beraketa y Calbetón trae también otros beneficios urbanísticos. «Nos ha permitido alinear la fachada hacia la calle Escuelas y ensanchar las aceras. Tras las obras, ese tramo de entrada en la calle Sarasate será de coexistencia», apuntó Páez. Santano completó la información de cambios previstos en la zona con el anuncio de que en la desembocadura de Beraketa, a la espalda del Museo Oiasso, «con la museización de las termas, está previsto que surja una plaza, en la que también mantendremos un cedro de gran porte que existe allí», confirmó.