Policía Local trata de identificar con la cámara a los implicados en los ataques a la Etxekoandre

Ayer, tras la enésima ocasión en la que la etxekoandre sufre daños, el Ayuntamiento lamentó «unos hechos que se han detectado en varias ocasiones y que han acabado con la vara metálica de la figura dañada». Los responsables municipales pidieron respeto «a una figura que busca mantener vivo el recuerdo de la plaza, de su entorno y, por extensión, de toda la ciudad, con el mundo rural y el mercado de ganado», recordó Cristina Laborda, delegada de Policía Local.

En numerosas ocasiones, vecinos de la zona y la propia Asociación de Vecinos Alde Zaharra-San Juan han requerido al consistorio que actuara para detener las agresiones sobre la figura, insistiendo en que una de las cámaras que el Ayuntamiento instaló en la Parte Vieja, de acuerdo con la autorización concedida por el Gobierno Vasco, se encuentra a escasos metros de la figura.

Ayer, fuentes municipales confirmaron que «el trabajo de la Policía Local ha permitido, gracias a las cámaras ubicadas en la zona, realizar algunas actuaciones». Aunque sin aportar muchos detalles sobre las acciones que se vienen realizando, desde el Gobierno municipal confirmaron que «la Policía Local viene atendiendo estos hechos y realizando actuaciones en el lugar, que incluyen identificar -a través de las cámaras ubicadas en la zona- a personas que podrían estar implicadas» en los actos vandálicos. El último ejemplo lo referenciaban a este pasado fin de semana «cuando agentes municipales se desplazaron al lugar al detectar por las cámaras que una persona se subía a la escultura con la posibilidad de dañarla».

La escultura se colocó en su ubicación actual en abril de 2015 y es obra del escultor Tomás Ugartemendia. Está inspirada en el cuadro 'Etxekoandre del caserío Berroa', del pintor irundarra Vicente Berrueta, un lienzo de propiedad municipal que adorna la Sala Capitular de la casa consistorial. La reproducción en piedra, que incluye tanto a la mujer como a los bueyes que la acompañan en el cuadro, forma parte de la renovación que supuso la reurbanización de la plaza Urdanibia; una nueva imagen para esta zona en la que «no se quiso olvidar su historia ligada al papel de la mujer en el mundo rural».