Irun

Un sector que no deja de dar pasos adelante y prepara grandes saltos

Unire es un catálogo completo de toda la cadena de valor del sector de la soldadura y las tecnologías de unión. Por ejemplo, los simuladores digitales sirven cada vez mejor al propósito formativo porque son cada vez más realistas; nuevas colas permiten uniones en frío que en otros momentos no se hubieran podido contemplar y las pistolas de arco eléctrico o las clásicas máscaras de soldador son cada vez mejores y más eficientes; pasos adelante que se pueden conocer en Unire.

En algunos casos, lo que se presenta no son ya pasos, sino auténticos saltos. JLC muestra sus herramientas láser de mano, pistolas que permiten soldar, cortar o limpiar óxido con una versatilidad y un manejo similar al de la habitual herramienta de arco eléctrico. Según algunos visitantes a la feria «desarrollar las herramientas láser de mano puede cambiar muchos procesos».

El láser como método de soldar no es algo nuevo, pero sí lo son esos desarrollos. Lo mismo ocurre con la tecnología de soldadura con haz de electrones. Isabel Aramburu, una irundarra que dirige el departamento de Ingeniería de Materiales de Tecnalia, explica en el stand de este centro tecnológico el cambio en ciernes. «El haz de electrones sirve para unir piezas de espesores grandes, uniones que con arco eléctrico requieren de muchas pasadas y con el haz de electrones se hace de una sola vez», comentaba mostrando una pieza soldada de esa manera. «El problema de esta tecnología es que requiere hacerlo en vacío. Es decir, necesitas una cámara y tienes que meter las piezas, que normalmente son grandes y para empezar te tienen que caber y, si te caben, es costoso meterlas y luego hacer el vacío, que son muchas horas... En fin, que la tecnología está pero tiene un uso relativo». Tecnalia sigue de «muy cerca» un proyecto empresarial que ha empezado a fabricar los primeros equipos de una nueva aplicación de este método, «el haz de electrones con vacío local. Se encapsula el lugar donde se va a producir la unión, se genera el vacío y se hace la soldadura de una sola pasada».

Indicaba Aramburu que es un sistema que puede transformar, por ejemplo, el montaje de los generadores eólicos, «que son piezas enormes y gruesas que se van soldando unas a otras». Al respecto, apuntaba también la importancia del desarrollo técnico y de diseño mediante ensayos previos «porque hacer muy bien las soldaduras evita muchos problemas. No se trata sólo de roturas, que es como lo más evidente, hablamos de no reducir por un fallo la vida útil de recursos que son carísimos, por ejemplo».

Con todo, el gran elemento con el que Tecnalia acude a Unire es su «célula de soldadura basada en robot, muy automatizada», explicaba Anaïs Silban, del centro tecnológico. «Tecnalia ha volcado en este proyecto todo el saber que tiene en cuanto a soldaduras para crear una herramienta de base que aquí la mostramos como un MIG (el soldador de arco eléctrico tradicional), pero que puede adaptarse a otras tecnologías, incluso la usamos para fabricación aditiva».

Silban la define como una solución «adaptada a las necesidades de la industria, donde escasea la mano de obra con alta formación en soldadura. Esta célula puede determinar de manera automática las trayectorias y parámetros de soldadura y eso hace que la pueda manejar un operario sin alta cualificación».