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Enorme susto el que se llevaron la pasada madrugada quienes se encontraban en el interior de la discoteca Saroia, una de las más populares ... y céntrica de Irun, en plena celebración de las fiestas de San Marcial. Eran alrededor de las seis y media de la mañana cuando un ruido extraño llamó la atención de varios de los asistentes que, segundos después, comprobaron atónitos cómo parte del falso techo de la instalación comenzaba a ceder, desprendiéndose cascotes y una de las bolas que colgaban del mismo, que golpeó a una joven que perdió el conocimiento durante unos pocos segundos. Algunos rasguños por los cristales y moratones causados por los cascotes dejaron varios heridos de poca consideración.
Según parece, parte del falso techo de la instalación se desplomó debido a un problema con el sistema de canalización de agua de la discoteca, que provocó una acumulación de líquido que hizo que al final el techo cediera por el peso. Técnicos municipales de Urbanismo inspeccionaron la instalación a primera hora de la mañana y decretaron el cierre cautelar de la discoteca durante el próximo mes hasta comprobar el alcance de los daños y la situación general del local, uno de las más frecuentados de la noche irundarra y que ayer mismo avisaba en sus redes sociales de que cerraba «por vacaciones» hasta el día 28 de julio a las 02.30 horas. Añadieron que durante este tiempo «se hará una revisión de las instalaciones y demás elementos de seguridad».
Testigos presenciales con los que ha podido hablar este periódico han explicado la situación vivida en una noche que pudo terminar en tragedia. Una de ellas recuerda que alrededor de las seis y media de la mañana se acercó a la tarima que hay en el centro de la discoteca «y se escuchó un ruido, como si se hubiera caído una bandeja con vasos. Vimos que era en el techo, que se había desprendido un trozo pequeño, pero apenas veinte segundos después se cayó un trozo mucho más grande. Había una bola que reventó y me asusté», recuerda esta chica.
«En ese momento pensé que se podía caer todo el techo y me fui corriendo hacia la puerta junto a otras personas. Allí le dije a la chica de la entrada que no dejara entrar a nadie más, que se había caído parte del techo, algo de lo que no se habían enterado. Ella me preguntó por el tamaño, pero no me hizo caso y siguió dejando pasar a la gente que estaba fuera y que tampoco sabía lo que había pasado dentro», relata con cierta indignación.
Una vez fuera de la discoteca, esta testigo señala que «como vi que no desalojaban a la gente, decidí llamar a la Ertzaintza y les conté lo que había sucedido y les dije también que no estaban desalojando a la gente».
Y es que, efectivamente, dentro de la discoteca varias decenas de personas continuaban con la fiesta entre cascotes y cristales, alumbrando con las linternas de sus móviles la zona donde había caído parte del techo. Lo cierto es que si muchas personas optaron por salir rápidamente del Saroia temiendo que la situación pudiera tornarse peor, muchos otros, ajenos al peligro que podían correr, prefirieron continuar dentro, lo que seguramente evitó que se vivieran escenas de pánico y una estampida que sin duda hubiera podido causar bastantes más heridos.
Fue sobre las siete de la mañana cuando comenzaron a llegar las primeras unidades de la Ertzaintza y la Policía local y fue entonces cuando se procedió al desalojo completo de la instalación, que se realizó de manera rápida.
El desprendimiento de parte del techo apenas dejó unos pocos heridos. Testigos presenciales hablan de «un chico con una pequeña brecha en la cabeza y sangre», además de «algunas personas con pequeños raspones y moratones». La peor parada, sin duda, fue «una chica a la que le cayó encima la bola de la discoteca y se desplomó en el suelo, perdiendo el conocimiento durante unos pocos segundos. Sus amigas la ayudaron a incorporarse y luego decía no recordar lo sucedido», cuentan.
Desde el Ayuntamiento de Irun confirmaban ayer a este periódico que no tenían constancia de que hubiera habido heridos de consideración, más allá de los arañazos y moratones referidos, por lo que al final todo quedó en un enorme susto que no va a impedir que hoy miles de irundarras puedan celebrar el Día de San Marcial con total normalidad.
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