Una tarde de magia potteriana en Irun

El éxito fue absoluto. Las 600 entradas volaron como Harry en su escoba. Así, en el Amaia se congregaron ayer principalmente niños y niñas junto a sus familias, pero también numerosos grupos de jóvenes y adultos, que no quisieron perder la oportunidad de volver a ver la primera película de la saga en una pantalla de cine.

Ataviados muchos de ellos con gafas redondas, capas, bufandas de Gryffindor y varitas, los asistentes disfrutaron de una fiesta temática de lo más completa. En el Amaia se instalaron un photocall y una exposición con carteles de las películas, varitas de todo tipo, libros, figuras y escenarios de Lego y otro tipo de curiosidades. También hubo juegos y concursos, con premios ofrecidos por varios comercios de la ciudad, además de una merienda para reponer fuerzas durante un descanso de la proyección. Sin duda, una tarde redonda para los fans de Harry, que ni el entrañable gigante Hagrid se quiso perder.