El nuevo esquema que el Ayuntamiento propone para el desarrollo de la ronda Sur de la ciudad.

Irun redefine el trazado completo de la Ronda Sur hasta Artia

Renuncia a conectar Larreaundi y Arbes por un túnel bajo el cerro de Ibaieta y plantea, en su lugar, mantener el trazado del futuro vial paralelo a la autopista hasta el entorno de Blaia

Martes, 31 de enero 2023, 13:29

El Ayuntamiento de Irun ha dado a conocer este martes su nuevo planteamiento para el trazado completo de la Ronda Sur, una modificación sobre el dibujo que recogía el Plan General de 2015 que se ha trabajado con el triple objetivo de «reducir los impactos ambientales, no cargar con más tráfico los viarios urbanos y simplificar los proyectos constructivos y abaratar así el coste», ha informado la delegada de Obras, Cristina Laborda.

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El gran cambio respecto a aquellos planes de los que Ayuntamiento y Diputación Foral de Gipuzkoa empezaron a hablar en 2010 tiene que ver con la forma en la que la Ronda Sur conecta con Arbes. La intención inicial dibujaba la traza por detrás de las villas de Ribera hasta una rotonda en la curva del corner del campo de fútbol de San José Obrero. Desde allí, un vial soterrado bajo el cerro de Ibaieta desembocaba en la glorieta en la que se cruzan Arbesko Errota y Alzukaitz y que da acceso a la plaza Juan Vollmer de Palmera Montero. En lugar de esta solución, que se dibujaba bien sobre el plano pero se defendía mal en el mundo real, la nueva propuesta de Ronda Sur que han dado a conocer Laborda y el delegado de Urbanismo, Miguel Ángel Páez, sigue paralela a la autopista. Tendría un primer enlace completo con la carretera de Olaberria, una glorieta antes de superar la carretera de Meaka (para conectar con Arbes pasando junto a la futura residencia) y otras después, en el cerro de Blaia, desde la que conectar, como terminal de esta variante, con la rotonda ya proyectada en el cruce del paseo de Artiga, la cuesta de Blaia, la calle Alzukaitz y la avenida de Ibarrola (la carretera de Meaka).

Páez ha incidido en la menor afección medioambiental sobre el entorno que supone este nuevo esquema y, sobre todo, en que permite afrontar de manera muy diferente la gestión del tráfico interno de la ciudad, «especialmente los movimientos del este hacia el oeste, de Arbes-Palmera Montero-Artia hacia Larreaundi-Elitxu, que ahora mismo, saturan la Parte Vieja o pasan por avenida de Navarra y paseo de Colón», una alternativa que se verá severamente afectada por la Zona de Bajas Emisiones que la ciudad plantea en respuesta a las exigencias de la Ley de Cambio Climático. En lo económico, Laborda apuntó que el coste estimado de la nueva alternativa «es de 24,2 millones de euros, mientras que con la anterior hablábamos de un presupuesto de 33 millones».

Acuerdo necesario con Diputación

Pese a la importante reducción, ambos concejales han coincidido en que se trata de números imposibles para que un municipio los invierta en una carretera. «Ningún municipio en toda España hace una inversión de esas características en una carretera, para eso están las instituciones con competencias en la materia, en nuestro caso la Diputación», ha comentado Laborda. «En la anterior reunión con la diputada foral de Infraestructuras Viarias», Aintzane Oiarbide, «ya le dijimos que estábamos trabajando en un nuevo diseño. Ahora hemos pedido una nueva reunión para presentarle esto en lo que hemos venido trabajando», ha explicado la edil.

Acordar con Diputación esta nueva propuesta es fundamental, por cuestión de competencias y de financiación. Laborda señaló que para que este proyecto se pueda empezar a construir «hacen falta tres cosas: redactar los proyectos constructivos, modificar el Plan General y cerrar la financiación con la Diputación». En cuanto a lo primero, el consistorio no descarta asumir las redacciones, «aunque lo lógico sería que las encargara la Diputación, como ya hizo con el semienlace y la primera fase». Sobre lo segundo, Páez ha expresado que es necesario afrontar «un modificación del planeamiento, pero los proyectos se podrían redactar en paralelo, por lo que no supondría un retraso en los plazos».

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Lo tercero será, seguro, lo más espinoso. Los ediles, obviamente, no consideran que la inversión pueda ser un gran problema para Bidegi y el ente foral. Por un lado, han apuntado que hace unos días se anunció una variante en Zarautz «por 10 millones de euros» y aquí «hablamos de una deuda histórica en el embudo de tráfico de paso hacia Europa y la variante norte no está desdoblada, la Ronda Sur sólo tiene un kilómetro construido y la A-8 tiene peajes para los vecinos de la ciudad», ha remarcado Páez en contraposición, «por ejemplo, a Donostia, donde hay no una sino dos circunvalaciones gratuitas». Por otro lado, ha recordado «que esos peajes que hay en la comarca del Bidasoa reportan a Bidegi unos ingresos diarios de 55.000 euros de media, 20 millones al año», por lo que ve factible una inversión de 24 millones en un plazo que, entre unos dos años para la redacción de proyectos y otros cuantos más para la ejecución de las obras, apunta a más cerca de una década que de un lustro.

Pese a ser conscientes de los tiempos necesarios, los concejales pidieron cierta urgencia al ente foral para poner en marcha una solución viaria «necesaria para Irun e importante para que podamos profundizar en las decisiones que permitan sacar los coches del centro urbano y hacer una ciudad más amable».

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