Haimar Etxeberria | Ciclista profesional
«Me he visto compitiendo con la gente a la que solía sacar fotos»Haimar Etxeberria | Ciclista profesional
«Me he visto compitiendo con la gente a la que solía sacar fotos»Sábado, 11 de enero 2025
En julio del año pasado el equipo profesional Kern Pharma anunció que hasta fin de temporada Haimar Etxeberria sería 'stagiare' (una figura que podría equivaler a un periodo de prueba) y, pocos días después, que le haría contrato hasta 2027. El irundarra se muestra muy ilusionado ante el salto que va a dar en 2025.
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–Después de un 2023 complicado, con enfermedades y lesiones, ¿cómo fue el 2024?
–La verdad es que venía de un año muy duro, en el que se complicó el sueño de ser profesional, pero 2024 ha sido un año excepcional. Estuve disputando desde el primer día, ya en febrero gané la general de la Essor Basque y eso me dio mucha moral. El principal objetivo era ganar la Copa de España sub'23 y élite. Iba todo sobre ruedas, estaba líder pero en el último día me tuve que conformar con la segunda plaza.
–¿Qué pasó?
–Tenía ilusión por dejar el campo sub'23 corriendo la Vuelta al Bidasoa y por ello de siete días corrí en cinco, sumando Santikutz y Balenciaga. Esa acumulación de carreras me pasó factura en la última carrera.
–Pero imagino que contento con los resultados anteriores.
–Sí, sí. Estaba siendo una temporada muy buena y pude ganar la etapa de Ibardin, que era como un sueño para mí.
–¿Pensó que podía ganar la general de la Vuelta al Bidasoa?
–Sinceramente, lo veía complicado, porque soy un corredor de más envergadura que otros y aquí suele ganar alguien más pequeño. Pero es verdad que el último día estaba segundo en la general, que tenía opciones y que sueñas un poco con eso. Le dije al equipo que si se empezaba a subir Erlaitz tranquilo podría tener alguna opción. Pero enseguida vi que se iba a tope y cogí mi ritmo. Cuando acabé tenía un sabor amargo, pero en el fondo fue una actuación buena, con la victoria de etapa y el tercer puesto en la general.
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–Decidió Erlaitz.
–Cuando quedaba kilómetro y medio para coronar tuve que poner mi ritmo y se me fueron. Luego pensaba, 'si hubiera aguantado un poco más...'. Pero hay que ser realista. Lo di todo y el puesto que conseguí era el que me merecía. Hubo dos más fuertes y ya está. Estoy contento y la verdad que antes de empezar lo hubiera firmado.
–Pasamos de abril a julio y de sub'23 a stagiare, el primer paso para ser profesional.
–Ahí vi que se cumplía el sueño que he tenido toda la vida, de ser ciclista profesional y competir con mis ídolos. Creo que es como cualquier trabajo, que cuando lo estás haciendo bien y están contentos contigo suele haber recompensa. Yo sabía que la opción estaba ahí y que Kern Pharma es un equipo que cuida mucho a los corredores. Estoy eternamente agradecido de que me hayan dado esta oportunidad y además con un contrato de tres años, para poder aprender sin prisas.
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–Debutó en la Arctic Race of Norway. Por poner en contexto, el ganador final fue Magnus Cort, Alexander Kristoff se llevó dos etapas...
–Tengo que reconocer que tuve una sensación rara. Estaba entre los profesionales y yo era uno de ellos. Estaba con la gente a la que unos meses antes yo sacaba fotos. El objetivo número uno era aprender y el equipo me acogió muy bien, enseñándome cómo se podía competir en profesionales. Pude acabar todas las etapas y al final quedé en el puesto 81.
–Después vinieron las carreras en Italia.
–Sí, pruebas de un día, en una quedé el decimoctavo y en la otra, el decimotercero, segundo del pelotón en el sprint.
–¿Qué le decía ese rendimiento?
–Por un lado estaba sorprendido y, por otro, me daba mucha confianza. He tenido la suerte o me la he buscado y he logrado los objetivos que me he propuesto. Sé que todos los días no voy a estar ahí delante, que habrá días malos también.
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–Nos queda la última del año, nada menos que una carrera de la antigua Copa del Mundo como es la París-Tours, con participación de lujo.
–En un principio no estaba en mi calendario pero por el buen rendimiento en Italia el equipo me dio la oportunidad de ir. Cuando vi el rutómetro estaba un poco asustado. Contando la salida neutralizada, eran 227 kilómetros, una distancia que no había hecho nunca. Pero me sentí muy muy bien. Me sorprendí. Iba quedándose la gente y yo seguía delante. Me veía al lado de corredores como Pedersen, Philipsen... Pinché varias veces, la última a falta de 15 kilómetros y perdí el grupo de cabeza. Creo que podía haber quedado entre los diez o quince primeros. Acabé el 54, en un grupo con Demare y Berg.
–Dejamos atrás 2024 y miramos al 2025, ¿Qué ve?
–Estuvimos concentados en Almería y ahora estoy en Sierra Nevada. El equipo nos trata muy bien y se nota el salto de categoría. Las temporadas cada vez empiezan más pronto, lo que antes eran carreras de preparación ya son importantes, hay mucho en juego desde el inicio.
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–¿Dónde debutará?
–Mi primera carrera será el 25 de enero en Castellón y luego Valencia. Después tengo una clásica en Marsella, que me gusta mucho, y el Tour de Omán. También la Clásica de Figueira, que el año pasado ganó Remco Evenepoel, mi mayor ídolo.
–¿Sabe si correrá la Itzulia?
–Me encantaría pero todavía no lo sé. Si el equipo me lleva, será señal de que he hecho un buen inicio de año, así que estaría doblemente contento.
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