Tragedia en el Bidasoa: Fallece un migrante al tratar de cruzar el río hacia Francia

Fuentes del Departamento de Seguridad han señalado a DV que cerca de donde ha sido hallado el cuerpo se ha encontrado documentación a nombre de un joven de 28 años natural de Costa de Marfil. La Ertzaintza sospecha que podría pertenecer al fallecido, pero tiene que confirmar plenamente que esa identidad corresponde a la de la víctima.

El fallecido iba acompañado de otra persona, también subsahariana, que sí logró llegar hasta Hendaia. La asociación de apoyo y acogida al migrante Irungo Harrera Sarea, informó de que en la mañana de ayer un menor de 16 años fue rescatado en la orilla francesa del Bidasoa por vecinos del barrio de Joncaux, que le atendieron. El joven estaba «desfallecido y desnudo», y tras recuperar fuerzas «salió corriendo tratando de continuar su camino».

No está claro si este menor es la persona que acompañaba al fallecido o un tercer migrante que cruzó el río a una hora y lugar similares. Sea como fuere, según Irungo Sarea, este adolescente «fue devuelto a Irun por los gendarmes franceses dos horas después». La asociación denunció que esta presunta «devolución en caliente viola sus derechos como menor y como migrante». La red asegura que lejos de ser un hecho aislado, «esto es lo que vivimos a diario en Bidasoaldea».

La alerta la dio en torno a las 11 de la mañana un piragüista que se percató de la presencia en el agua de un cuerpo inerte mientras navegaba por el río a la altura de la isla de Santiago Aurre, próxima a la de los Faisanes, entre el polideportivo Azken Portu y Behobia. Por carretera, en el kilómetro 16 de la GI-636.

Tras recibir SOS Deiak (112) el aviso, efectivos de emergencias se trasladaron al lugar y en torno al mediodía los bomberos sacaban el cuerpo del agua. El cadáver fue trasladado al Servicio de Patología Forense de San Sebastián para que le fuera realizada la autopsia. Entre las pertenencias de la víctima se localizaron algunas posesiones que podrían facilitar su identificación, detalló el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco. Otro piragüista encontró en la orilla francesa una mochila y unas zapatillas, aunque al cierre de esta edición se desconocía a quién pertenecían.

El trágico suceso se produce en un momento en que las organizaciones sociales de apoyo a los migrantes, como Irungo Sarea o SOS Racismo, constatan en los últimos días un aumento de los intentos de cruzar la frontera, debido a que «el Gobierno está sacando hacia la Península a los subsaharianos que llegan a Canarias». Una vez en el continente, una gran mayoría de ellos no se queda en España, sino que intenta continuar hacia Francia, Bélgica u otros países europeos.

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La situación migratoria alcanzó un punto casi crítico en Gipuzkoa en marzo. El primer fin de semana de ese mes un centenar de personas, originarias mayoritariamente de Malí, se vieron atascadas en Irun al coincidir una mayor afluencia de migrantes, procedentes también de Canarias y en vísperas de la Semana Santa, con un mayor control fronterizo por parte de la Policía gala.

El episodio llevó al Gobierno Vasco, encargado de asistir a estas personas pero sin competencias en política migratoria ni fronteras, a activar el plan de contingencia y habilitar recursos adicionales a los habituales para alojar a esas personas en tránsito.

Una reunión el día 15 de ese mes entre los presidentes de España y Francia, Pedro Sánchez y Emmanuel Macron, alivió la presión en Irun al relajar París los controles en la muga. Desde entonces, el flujo de migrantes ha sido continuo y más o menos controlado, aunque no exento de situaciones que han rayado la desgracia.

Respecto a los niveles de llegadas, fuentes del departamento vasco de Políticas Sociales subrayaron ayer que en este momento los recursos destinados a la atención a migrantes son los habituales y «todo el que ha acudido ha podido ser atendido». Esto es, no ha hecho falta volver a activar el plan de contingencia, aunque este está preparado para ser movilizado «de forma inmediata si fuera necesario».

El alcalde de Irun, José Antonio Santano, mostró su «profunda tristeza» ante el suceso registrado en la ciudad fronteriza y ofreció «todos los medios que estén en nuestras manos para ayudar». El primer edil habló con el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, «para coordinarse y ofrecerle la ayuda municipal que pudiera ser de utilidad».

Ante este «drama humano», Santano pidió «una profunda reflexión de todos para buscar soluciones efectivas que eviten que la desesperación lleve a estas personas a jugarse la vida y, lamentablemente, como en esta ocasión, a perderla».

Irungo Harrera Sarea ha convocado una concentración para este domingo a las 11.30 en Azken Portu, donde se halló el cuerpo, para denunciar la muerte registrada ayer y pedir «otra política migratoria» que tenga, como uno de sus principios básicos, el respeto a la libertad de circulación en Europa y el espacio Schengen.

Casualmente, el viernes la asociación había convocado un acto de denuncia sobre la situación en la frontera para el próximo sábado, día 29. Dos columnas partirán ese día a las 17.00 horas, desde las plazas de la República de Hendaia, y de San Juan de Irun, para confluir en el puente internacional de Santiago. El objetivo de esta marcha es reclamar a las instituciones locales «mayor implicación para garantizar la acogida a todos los migrantes en tránsito».

La red de acogida de Irun, que en lo que va de mes ha atendido a 197 personas, entre ellas 9 menores y 36 mujeres, exige la aplicación inmediata de la acogida «digna» para los migrantes en tránsito. La asociación irundarra, junto a organizaciones de Iparralde, hizo ayer un llamamiento para una manifestación el próximo sábado día 29 en Irun y Hendaia. Solo el último mes, en abril, tuvieron constancia de 30 personas que pernoctaron en la calle por no tener acceso al dispositivo de Irun. En mayo han podido un techo bajo el que dormir a 188 personas –9 niños y 43 mujeres–.