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Sobre las siete de la tarde se prendió la sardina en mitad de la Plaza de los Gudaris, tras el desfile que se hizo por las calles del Casco Histórico. Fotos: Juanfe
La sardina ardió en la Plaza

Hernani

La sardina ardió en la Plaza

Como todos los años, el cierre de las fiestas de Carnaval llegó a Hernani de la mano de la quema de la sardina, que tuvo lugar en Gudarien Plaza

Martes, 4 de marzo 2025

Se acabaron las fiestas de Carnaval en Hernani. Por si alguno todavía no se había enterado, en la tarde de este martes el Entierro de la Sardina sirvió para subrayar precisamente el cierre de las fiestas del disfraz. El colorido de los trajes de estos días se sustituyó por el negro luctuoso, pero lo que no cambió fue el buen ambiente ya que el acto del cierre de la sardina va subiendo año a año y cada vez se vive con un mayor ánimo. Si, además, como ayer la climatología ayuda, todo sale perfecto. Sin lluvia, sin frío y con más luz que en otros años debido a que en 2025 los carnavales han llegado más tarde por cosas de calendario, el recorrido vivido fue excepcional.

3 eventos

fueron los que se desarrollaron ayer en el Casco. Salida de las trikitilaris, reparto de chocolate y bizcocho de Kaxko Elkartea, para cerrar con el Entierro de la Sardina.

En la última jornada de las fiestas de Carnaval en Hernani el Entierro de la Sardina se lleva la práctica totalidad del protagonismo. Bien es cierto que la asociación de vecinos del Casco Histórico se sumó ya el año pasado a la fiesta con el reparto de chocolate con bizcocho, que ayer además tuvo un éxito importante. Entre las 18.00 y 18.30 horas hubo una cola continua para disfrutar del dulce líquido. A ello hubo que sumarle, además, la presencia durante algo más de una hora de las trikitilaris animando las calles.

Los dos eventos sirvieron para calentar el ambiente de cara al gran momento del día, el Entierro de la Sardina en sí. Puntuales sobre el horario previsto, a las 6.30 de la tarde, y con una importante asistencia de hernaniarras en la Plaza de los Gudaris, la comitiva partió desde los arkupes del Ayuntamiento, lugar en el que estaba a cobijo la figura de la propia sardina.

Acompañados por los dulzaineros, tal y como ocurre todos los años, y ataviados muchos de los asistentes con las prendas negras de luto, comenzaron el recorrido bajo la música habitual de esta marcha fúnebre. En esta ocasión no hubo que refugiarse de la lluvia, lo cual se agradeció. Tras salir desde Gudarien Plaza, la comitiva bajó por Andre Kalea hasta Zinkoenea, punto en el que giró para subir luego por Kale Nagusia. El recorrido habitual, en su integridad por las calles y plazas del Casco Histórico.

Un recorrido no demasiado largo que permitió llegar nuevamente a la Plaza de los Gudaris sin que hubiera pasado media hora desde que partiera desde la misma. Allí, en el centro y bajo la protección de una zona vallada, se colocó la sardina para proceder a su quema. Fueron muchos los hernaniarras que la rodearon en ese adiós, que marca el final de las fiestas carnavaleras, con la mirada puesta ya en futuras fechas festivas.

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