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TXEMA VALLÉS
LASARTE-ORIA.
Jueves, 25 de abril 2019, 00:14
El joven jugador local Alex Saleta Atorrasagasti, de 17 años, acaba de regresar de Kaliningrado (Rusia) con el título de subcampeones de Europa (sub-18) de selecciones de rugby, donde ha estado compitiendo en el combinado español dirigido por el madrileño Miguel Ángel Puerta.
Saleta, que forma parte del equipo de Liga Vasca del Beltzak-Babyauto Zarautz, se encuentra muy satisfecho del campeonato que ha disputado en tierras rusas. «La verdad que hemos venido muy contentos del resultado obtenido, ya que nos enfrentábamos a selecciones muy potentes, y el acabar segundos tiene un mérito considerable. Perdimos contra Georgia (20-10), pero la verdad es que no había diferencia. La derrota fue con dos errores puntuales que aprovecharon los rivales».
Este jugador internacional, que comenzó en la práctica de este deporte a los 11 años en la Escuela de los Beltzak, ha tenido una progresión considerable que le ha llevado a los 17 años a la Selección. «En octubre pasado acudí a una concentración de la selección que tuvo lugar en Alcobendas. En un principio no estaba previsto que fuera, pero al causar baja el zarauztarra Urko Zumeta, que juega en el Biarritz -no le dio permiso este equipo-, me permitió acudir a la misma. Esta cita deportiva fue muy dura, ya que me cogió con falta de entrenos. Pese a todo me fue bien, ya que en diciembre me volvieron a llamar para disputar en Valladolid un torneo con equipos españoles. Ahí jugué muy bien y me sirvió para ganarme un puesto en el equipo nacional. Posteriormente, jugamos en Évora (Portugal) un amistoso contra la selección portuguesa y lo perdimos. De cara al Europeo, nos volvimos a concentrar en Madrid una semana, con entrenamientos muy intensos antes de partir para Rusia», comenta.
En cuanto al viaje, Saleta, comenta que «fue muy duro». «Partimos el viernes 12, en avión, rumbo a Kaliningrado e hicimos escala en Zurich. Allí tuvimos que esperar 4 horas en el aeropuerto, y el vuelo nos llevó a Polonia, donde nos recogió un autobús que finalmente nos trasladó hasta Kaliningrado, un viaje de unas 4 horas. En la frontera rusa nos tuvieron parados hora y media, debido al control de los visados. Ya al llegar a la ciudad rusa, la cosa cambió», asegura.
Al joven lasarteoriatarra le quedará siempre un grato recuerdo de su estancia en Kaliningrado. «La verdad es que nos trataron en esta ciudad rusa como verdaderos profesionales, ya que estuvimos una semana con todo tipo de atenciones. El hotel era de lujo, las habitaciones, la comida, el trato fue impresionante. También en la calle la gente se mostró muy cariñosa con nosotros, nos paraban para pedirnos autógrafos. Vanos que estuvimos como en una nube. La estancia ha sido muy positiva», explica el joven jugador.
En cuanto al campeonato, este reunió a las mejores selecciones del viejo continente que se disputaron el entorchado bajo el sistema de eliminatoria. Saleta, que acudió algo tocado, no pudo participar en la primera eliminatoria que les tocó enfrentarse a Holanda. «Desde los entrenamientos de Madrid, me encontraba algo tocado, y el seleccionador prefirió reservarme para semifinales, si es que llegábamos. Hubo suerte, ya que pese a no desarrollar un buen partido (el domingo 14), vencimos con holgura (37-0) a los representantes de los Países Bajos. El miércoles 17 disputamos la semifinal contra Portugal, que ya nos habían ganado antes. En esta ocasión jugamos mejor, pero no resolvimos en los metros finales. Tuvimos siete u ocho jugadas claras para anotar, pero no acertamos. Llegamos a la fase final del partido con un 13-5, en un encuentro que las defensas se impusieron. En la última jugada del partido, nuestra ala acertó y redondeamos la victoria por 20-5. Yo jugué media hora, y gracias a los físios y los analgésicos pude jugar sin dolor», muestra Saleta.
Tres días de descanso le sirvieron, pese a la recaída, para llegar a la final en condiciones. «La fiesta no me la podía perder, jugábamos la final contra Georgia, que venía de ganar (64-10) a Rusia. Fue impresionante, jugamos en el estadio donde se disputó el Mundial de Fútbol ante 10.000 aficionados. Al llegar al vestuario, cada uno tenía su taquilla, su banco, una mesa en el centro con comida y agua y dentro de él, había un pequeño campo de hierba artificial para calentar. Saltamos al campo y terminaba el partido para el bronce, que ganó Portugal a Rusia (35-23)», apunta.
Pese a las molestias, el lasarteoriatarra jugó media hora, y lo hizo a buen tono. «Fue una pena, ya que les dimos un buen repaso a Georgia en cuanto a juego, pero su corpulencia y efectividad les llevó a llevarse el oro por 20-10. En la primera parte le aguantamos en el marcador (10-6), pero tras la reanudación, dos errores puntuales nos condenó y terminamos con la derrota reseñada. Fue un partido que tranquilamente lo podíamos haber ganado. La sensación del campeonato en general fue buena, ya que hicimos un buen papel», aclara.
El futuro de Alex Saleta parece muy prometedor, pues con solo 17 años ha logrado un nivel destacable en este deporte en el que el equipo local Beltzak le ha dado todo. «Desde los 11 años llevo en este club en el que empecé de la mano de Iñigo Encinas y Manu Peláez, a los que estaré siempre estaré agradecido. La temporada próxima espero que me encuentren un hueco en el primer equipo del Babyauto Zarautz, que milita en la División de Honor B, que es la segunda categoría nacional. Espero que Zarautz y Beltzak sigan unidos. Y en cuanto a mí, mi ilusión es la de fichar por algún equipo francés», declara.
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