Lasarte-Oria será el tercer municipio de Euskadi, tras Zumaia y Errenteria, en ser declarado zona tensionada al alquiler

Irun concluye su periodo de alegaciones el próximo miércoles, por lo que será complicado acelerar y que su expediente llegue en esta tanda a Vivienda y Agenda Urbana. Por tanto, todo apunta a que tendrá que esperar a julio, como en el caso de Donostia.

El Boletín Oficial del País Vasco publicó este pasado miércoles, como era de esperar tras el anuncio de la semana pasada del consejero de Vivienda Denis Itxaso, la orden en la que da comienzo el procedimiento para que San Sebastián se declare zona tensionada para el alquiler. El anuncio se somete ahora a información pública y tiene un plazo de veinte días para recibir alegaciones, momento en el que después, a primeros de abril y si no hay ninguna exposición en contra, el Departamento de Vivienda y Agenda Urbana del Gobierno Vasco va a elaborar la redacción final de la orden. Si todo continúa su curso, la declaración oficial va a volver a ser publicada en el BOPV, que se trasladará al Ministerio de Vivienda para que sea este el que lo decrete de manera definitiva en el BOE, previsiblemente, de julio.

Junto a todo ese proceso, está por otro lado la elaboración del índice del precio de alquiler que la Diputación y el Gobierno Vasco están desarrollando, paso que es imprescindible para que la declaración de una zona tensionada tenga un efecto práctico en el parque de vivienda, algo que no sucede en la actualidad en Errenteria, por ejemplo, primer municipio vasco en lograr dicha declaración.

Con la declaración de zona tensionada de un municipio las ventajas para el acceso del inquilino a su derecho a la vivienda son claras: entre otras, topa los precios, establece tres prórrogas anuales extraordinarias para los contratos que finalicen y fija límites reforzados para los grandes tenedores –que poseen cinco o más viviendas-. Se limita también el precio del alquiler de nuevos contratos en viviendas que no hayan estado alquiladas los últimos 5 años con un límite que vendrá marcado por los precios de referencia.