Cómodo en un entorno que sabe favorable, Evenepoel ha disfrutado de su popularidad en Donostia. El viernes pasó media hora firmando autógrafos y sacándose fotos, cuando la mayoría buscaba con urgencia el hotel para optimizar el descanso, asunto clave para un ciclista. Y en ese ... ambiente, el belga confesó que guardaba sus dos trofeos más importantes en un lugar destacado de la casa de sus padres. Son la txapela de la Clásica de 2019 y el de la Lieja-Bastogne-Lieja de este año. Significativo de la importancia que concede a aquel triunfo de hace tres años en el Boulevard, su primera gran victoria en el World Tour. La madre de Remco ya está haciendo sitio en el salón para una nueva txapela.
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En el garaje, el resto de trofeos y todas las copas de su etapa de futbolista, porque hasta 2017 Evenepoel era futbolista. Bueno. De hecho, era el capitán del Anderlecht y de la selección sub-17 de Bélgica. «Pero la pasión había desaparecido, vi que el fútbol no era mi mundo y decidí dejarlo». A principios de aquel 2017 colgó las botas y en abril cogió la bici.
En juveniles fue un ciclón. El seleccionador francés de la categoría, Julien Tholet, resumía que «antes de las carreras la pregunta no es si va a ganar, sino cuándo va a atacar y por cuánto va a ganar». Tras ganar en 2018 los campeonatos de Brabante Flamenco, Bélgica y el mundo, tanto contrarreloj como en línea, saltó a profesionales sin pasar por aficionados. La idea era que se foguease en el equipo Continental americano que gestiona Axel Merckx, pero le llegó una oferta del Sky y el Deceuninck reaccionó para incorporarle directamente al primer equipo. Patrick Lefevere dijo que «en 39 años en el ciclismo no he visto nada igual a Evenepoel».
Su carrera futbolística prometía. Captado desde niño por el Anderlecht, con 11 años le fichó el PSV Eindhoven holandés, aunque tres años más tarde regresó al equipo de Bruselas. Tras una lesión –en la que sintió que «el Anderlecht no confiaba al 100% en mí»– fichó por el Malinas, pero nada más debutar lo dejó. «Me ofrecieron un puesto en el primer equipo y un contrato profesional, pero la pasión había desaparecido. Mis compañeros no entendieron mi elección, pero sentía que debía hacer otra cosa».
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No es el único ciclista que ha jugado a fútbol. Axel Merckx militó en el Anderlecht y Greg Van Avermaet fue portero del Beveren. Enrico Gasparotto estuvo a prueba con el Milán.
Hijo del exprofesional Patrick Evenepoel (que corrió en el Collstrop y el Histor en los 90), se pasó al ciclismo. El 2 de abril del 2017 se puso un dorsal por primera vez. Acabó el 71º, pero dos meses después ganó su primera carrera. Tiene 22 años y suma 33 victorias en profesionales, entre ellas tres clásicas y una Vuelta World Tour (Polonia). En menos de tres semanas debuta en la Vuelta a España.
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