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Clásica de San Sebastián
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Clásica de San Sebastián
Pillotegi Bidea, un muro inédito con una rampa que impresionaBeñat Arnaiz, Raquel Mendizabal, Izania Ollo y Gorka Estrada
San Sebastián
Jueves, 8 de agosto 2024, 11:32
La Clásica de San Sebastián ha dado una vuelta de tuerca más a su recorrido y que la carrera termine junto al Kursaal y no en el Boulevard no ha sido la única novedad de esta edición. La organización ha añadido para su 43ª edición una nueva subida a Igeldo, a donde subirá por Pillotegi Bidea (no Pilotegi), un muro de 1.790 metros al 12,2% que exhibirá las rampas más duras de la historia de la Clásica.
A diferencia de las ascensiones de Bordako Tontorra y Murgil Bidea, a las que se accedía por el camino de Igara y luego se adentraba en la zona boscosa dirección al camping, para llegar a Pillotegi Bidea basta con recorrer toda la calle Portuetxe, hasta el fondo del complejo empresarial de la zona de Igara, para encontrarse con la subida.
De este modo, y para los intereses del aficionado, es un punto de la carrera más accesible que los anteriores ya que podrá llegar tanto a Igara como a las calles de Igeldo, donde termina la subida, en transporte público. Además, las rampas no se hacen esperar y la afición tendrá la oportunidad de ver a los corredores retorcerse sobre ellas desde los primeros metros de Pillotegi.
Tres pequeños pasos canadienses en un camino que se estrecha y empieza a picar ligeramente es la antesala de la subida real de Pillotegi. La primera sorpresa que se pueden llevar los equipos que hayan podido realizar un primer análisis de la ascensión a través de Google Maps y su herramienta de StreetView es que la carretera de los primeros 450 metros no es de hormigón, como figura en las imágenes de Google, sino que está asfaltada.
Con el suelo en tan buen estado la bicicleta rueda con mayor facilidad, pero sigue siendo inevitable recurrir a los piñones más grandes para afrontar las duras rampas iniciales.
Esta subida cuenta afortunadamente con un pequeño descanso después de 400 metros ya exigentes. El porcentaje se relaja durante unos 300 metros antes de llegar a una recta en forma de tobogán en la que se puede disfrutar de una ligera bajada en la que coger velocidad y aire. Es la última oportunidad para hacerlo porque en los siguientes 900 metros no hay ninguno que baje de los dobles dígitos en el porcentaje de su pendiente.
Empieza lo más duro. 900 metros al 17% sin descanso en una zona boscosa y revirada que tienen su punto más destacado en una curva de herradura a izquierdas que impresiona tenerla delante. En los metros previos hay tramos que llegan al 23% de pendiente, lo que lleva a pensar cómo tiene que ser una rampa del 27%. Para quitar el hipo.
La carretera se inclina violentamente y se adentra en una parte sombría y húmeda que impide ponerse de pie sobre la bicicleta por el riesgo de que la rueda trasera patine. Es un tramo muy duro con un pico prolongado del 27% en un segmento en el que la carretera se amplía considerablemente, por lo que la afición debería tener espacio suficiente para ubicarse sin poner en peligro a los corredores. El resto de la subida sí que es más estrecha.
Superada la última curva de herradura, de elevada pendiente también, hay unos 180 metros hasta el final de la ascensión. Las rampas suavizan y afrontar las últimas pedaladas sobre un terreno al 8-9% de inclinación parece incluso un alivio. Una vez que los metros vuelven a ser llanos se da por concluida Pillotegi Bidea. Curva a izquierda, una recta en ligera bajada y tras un giro de 90 grados a la derecha la carrera aparecerá en el centro de Igeldo, al lado del frontón. Desde allí quedarán 7,5 kilómetros hasta la meta, ubicada junto al Kursaal.
Comparativa
La de este sábado será la décima edición en la que la Clásica de San Sebastián subirá a Igeldo. Se buscaba un aliciente a una carrera que empezaba a quedar descafeinada con Jaizkibel tan lejos de meta y la inclusión de la ascensión a Igeldo ha traído consigo el traslado de parte de la afición a las rampas de Donostia. ¿Qué diferencias hay entre Pillotegi Bidea con Bordako Tontorra y Murgil Bidea?
Con estas comparativas, podemos decir que Bordako Tontorra sí sea seguramente más duro que Murgil porque sus 800 metros finales son más exigentes y constantes, pero sus picos de rampas máximas se quedan cortos respecto a los 23% y 27% de Pillotegi.
Muros icónicos
Pillotegi carece evidentemente de historia y de recorrido en el ciclismo mundial al tratarse de una reciente incorporación. Sin embargo, ¿en qué lugar queda el nuevo muro de Igeldo entre las subidas decisivas y más duras de las carreras de un día más icónicas del calendario World Tour?
Con todos estos detalles, el aficionado ya puede acometer su propia subida en las horas previas de la Clásica de San Sebastián para sentir la dureza de Pillotegi Bidea y hacerse una idea de cómo lo van a recorrer los profesionales. Es lo bonito del ciclismo, todos compartimos 'el terreno de juego'.
Pillotegi Bidea y sus rampas por encima del 20% apuntan a ser decisivos, pero el guion de la Clásica ha variado los últimos años y la victoria no ha nacido de un ataque en el muro final desde 2018, la edición en la que Julian Alaphillipe y Bauke Mollema se marcharon del pelotón en Murgil Bidea.
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