«Me siento bien y haré todo lo que pueda para ganar»

Su último recuerdo en Euskadi no es positivo. En la Itzulia tuvo una fuerte caída que le produjo un neumotórax y que le tuvo ingresado en el Hospital de Vitoria. «Es algo que nunca olvidaré. Pero es un mal recuerdo entre muchos buenos de carreras en el País Vasco. Así que prefiero quedarme con los buenos momentos que tengo aquí. Y espero que mañana pueda tener otro gran recuerdo y llevarme la victoria».

El danés ha tenido la oportunidad de analizar el recorrido estos días. Es un escalador como pocos, pero Pillotegi no hace prisioneros y hará sufrir a todo el pelotón: «He revisado el último tramo y es muy duro. Espero que me pueda beneficiar eso. Si no tienes buenas piernas, no es agradable. Pero si te sientes bien, es muy agradable la última rampa».

El Visma presentó un equipo de altura. Sepp Kuss se convirtió este viernes en ganador de la Vuelta a Burgos y no pudo estar en la presentación en el Kursaal, pero el sábado tomará la salida y compondrá una dupla de lujo junto al doble ganador del Tour de Francia. «Tenemos un equipo muy fuerte con distintas posibilidades e intentaré ganar», manifestó Vingegaard.

Otro de los grandes favoritos para el sábado es Julien Alaphilippe. «Estoy muy bien. En los Juegos me sentí mejor de lo esperado y fue una experiencia increíble. Estoy muy contento de estar aquí, es una carrera que siempre he disfrutado», expresó el ganador de la edición de 2018. Sin embargo, lo que se va a encontrar el sábado va a ser algo diferente: «Hemos hecho un reconocimiento esta mañana y la verdad es que es muy, muy duro. Más que antes, para mí». Sí, se refiere a Pillotegi.

No tiene claro, eso sí, en qué momento se va a desatascar la carrera y dónde se va a decidir. «Creo que debemos pensar en el último tramo solo después de Jaizkibel y Erlaitz. Creo que este será un momento crucial de la carrera. Y después es solo con tus piernas. Quien esté más fresco ganará».

A su lado estará Mikel Landa en lo que será la primera carrera juntos con el Soudal: «Mikel también está muy motivado y ha hecho un maravilloso Tour de Francia. Espero tener un buen día y estar al frente con él. Tenemos un buen equipo», dijo animado Alaphilippe.

El corredor alavés siempre ha sido uno de los más queridos en la Clásica. Sin embargo, tras su quinto puesto en la Grande Boucle, afirmó «tener dudas». «Hace un mes que acabó el Tour y le he dado importancia a recuperar bien. Esta va a ser la primera carrera y no sé cómo voy a estar», añadió. Pillotegi está en boca de todos: «Se me ha hecho muy duro esta mañana. No sé si alguien se atreverá a romper la carrera antes».

Simon Yates, ganador en Ordizia hace dos años, sueña con repetir la victoria de su hermano Adam en Donostia en 2015: «Me encantaría poder ganar. Es una carrera que hago muy a menudo porque me encanta. Este sábado he hecho un reconocimiento y me ha parecido mucho más dura de lo que esperaba. A ver qué pasa porque hay muchos candidatos a la victoria».

Ion Izagirre y Alex Aranburu confesaron estar «recuperados». En el caso del Ormaiztegiarra, tras el abandono por enfermedad en el Tour. El ezkiotarra ha recuperado las piernas después del esfuerzo en la prueba en ruta de los Juegos el domingo. «Hace dos días estuve en Pillotegi y me pareció muy duro, El año pasado disputé la txapela y este año quiero ver dónde estoy», señaló Aranburu. «Estoy con la ilusión por las nubes. No sé que nivel podré dar, pero entrenando me he encontrado muy bien», admitió Izagirre.

La presentación de la Clásica vivió un episodio de tensión cuando fue presentado el equipo Israel. Una decena de seguidores sacaron banderas de Palestina al grito de «Palestina Askatu!». La Ertzaintza tuvo que intervenir.