Crimen machista en Orio

La confusión con el arma: del artefacto casero a la recortada

Las primeras informaciones tras el asesinato machista ocurrido ayer por la tarde en Orio fueron confusas y contradictorias. En un principio se pensó que se trataba de una «deflagración», tal y como se informó desde el departamento vasco de Seguridad, pero horas después se confirmó que el crimen había sido perpetrado con una escopeta recortada. El arma estaba bajo el cuerpo de Alberto, quien disparó en la cabeza a su expareja, Lourdes, y después se quitó la vida.

Algunos vecinos hablaron de que el autor del crimen portaba una caja y escucharon una explosión, razón por la que se movilizaron agentes especializados de la Unidad de Explosivos de la Ertzaintza, en busca de un posible artefacto casero. «Una escopeta manipulada produce un ruido muy fuerte«, ha explicado Josu Erkoreka, razón por la cual los testigos confundieron los disparos con detonaciones.

Tras su intervención no se halló ningún de explosivo y fue el turno de intervención del equipo forenses y de la policía científica. Fue en ese momento cuando, al movilizar el cuerpo de Alberto Casado, encontraron una escopeta recortada bajo sus piernas, la cual había portado en una bolsa de plástico blanca.

«El escenario del crimen no se puede tocar hasta que llegan los forenses y por eso durante un lapso de tiempo no hay información, todo está basado en lo que dicen los testigos. Cuando las autoridades asumen la investigación, se mueve el cadáver de él y se ve que no era una caja blanca lo que portaba sino un plástico blanco que tiene en su interior un arma manipulada y así es como comienza a cambiar ya esa tesis principal», ha explicado el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka.