El matrimonio argentino que para en Zarautz en su viaje por el mundo: «Venimos con muchas ganas»

Dolores Damiano y Lucas Suárez Folch, un matrimonio argentino de 29 y 34 años, han decidido hacer de Zarautz su próximo destino en su viaje por el mundo. Sin conocer previamente el municipio, la pareja se ha decantado por la localidad de Gipuzkoa para pasar los siguientes meses de su vida atraídos por el ambiente tranquilo, sus playas ideales para el surf y la cercanía con la naturaleza.

«Descubrimos Zarautz explorando el mapa en busca de un destino con buenas playas para el surf y un estilo de vida relajado», explica Dolores. «Queríamos un lugar pequeño, alejado del ritmo de las grandes ciudades, donde pudiéramos movernos con comodidad y, sobre todo, rodeados de naturaleza. Zarautz nos pareció el sitio perfecto para vivir esta nueva experiencia», relata.

A pesar de no conocer a nadie en Gipuzkoa antes de tomar la decisión, la pareja ha comenzado a buscar contactos en la zona para facilitar su llegada, especialmente a través de redes sociales donde han contado su historia a los vecinos de la localidad con el objetivo de poder encontrar un lugar de residencia para su estancia. «Venimos sin alojamiento ni trabajo, pero con muchas ganas de integrarnos y descubrir todo lo que este lugar tiene para ofrecer», asegura la joven.

Su plan es quedarse durante toda la temporada de verano, aproximadamente hasta octubre. En este tiempo, esperan dar con trabajo algunos de los sectores en los que cuentan con conocimientos. «Lucas tiene experiencia en el mundo del surf, deportes, como camarero, cocinero y en herrería o carpintería», detalla Dolores sobre su marido. «En mi caso, me gustaría trabajar como camarera, recepcionista o en cualquier puesto que implique trato con la gente, algo que disfruto mucho». Además, ambos cuentan con habilidades lingüísticas que pueden ser una ventaja en el sector turístico ya que hablan castellano, portugués e inglés.

La historia de Dolores y Lucas como viajeros comenzó hace tres años, aunque su relación se remonta a once. «Nos conocimos en la universidad en Argentina, fuimos amigos durante tres años y, más tarde, como pareja, decidimos dar el gran paso de convivir y viajar», relata.

Su primera gran aventura fue en una camioneta restaurada por ellos mismos, un Lada Niva de 1993, con la que recorrieron Brasil durante cinco meses. «Esa experiencia nos marcó profundamente, y al regresar decidimos que queríamos seguir explorando el mundo», explica. Así fue como planearon su viaje a Australia, pasando previamente por Brasil para trabajar y visitar a la familia.

Desde entonces, han vivido en Australia casi un año, afrontando los desafíos de la adaptación, la distancia y el idioma. Luego se trasladaron a Marbella, donde pasaron siete meses trabajando y disfrutando de la cercanía con su país natal. Durante este tiempo, tomaron la decisión de casarse y, antes de regresar a Argentina para celebrarlo, hicieron un recorrido por Europa en caravana, coche y avión, descubriendo nuevos lugares y culturas.

Después de pasar un tiempo con su familia y amigos en Argentina, retomaron su camino y ahora se encuentran a las puertas de una nueva aventura en Euskadi. «Cada experiencia ha sido enriquecedora. Viajar no solo nos ha permitido conocer lugares increíbles, sino también salir constantemente de nuestra zona de confort», reflexiona Dolores. «No siempre es fácil, sobre todo cuando lo haces en pareja, pero al mismo tiempo nos ha dado la oportunidad de compartir cada desafío y cada logro juntos».

Dolores y Lucas esperan que esta nueva estancia en Zarautz les permita seguir sumando experiencias y continuar con su filosofía de vida nómada. «Creemos que viajar es una experiencia única y transformadora que, si se tiene la oportunidad, todos deberían vivir al menos una vez en la vida».

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