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A.V. / A.M.
Viernes, 23 de mayo 2014, 01:16
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La protección del edificio o los usos futuros de lo que fue el antiguo cinematógrafo del Bellas Artes no es la única cuestión que está pendiente sobre este edificio. El Ayuntamiento de Donostia encargó un estudio sobre el estado del inmueble y el concejal de Urbanismo, Ricardo Burutaran ya adelantó ayer que, aunque todavía no es oficial, estos análisis establecen que no se encuentra en estado de ruina.
«Se ha estado comprobando cómo están los materiales y, aunque es cierto que presentan algunas patologías, la situación no es como para declararlo en ruina». Burutaran no quiso adelantar nada más sobre los contenidos del informe técnico, aunque sí avanzó que no se quitará la malla protectora que rodea a todo el inmueble.
«Es una medida para evitar que, ante una posible caída de cascotes a la calle, no se dañe a nadie. No, no se va a retirar, pero la buena noticia es que no está en ruina».
La propiedad siempre ha defendido que el estado del Bellas Artes es de ruina. Fue la SADE la que solicitó al Ayuntamiento que habilitara medidas de protección ante la posibilidad de que cayeran a la calle determinados elementos que pudieran dañar a terceros. Su defensa entregó informes técnicos en este sentido. Los defensores de la asociación Áncora, por el contrario, manifestaron en su momento que los arreglos exteriores podrían suponer montantes económicos pequeños. Se llegó a hablar de 12.000 euros de coste.
A falta de conocer los resultados exactos del informe, existe otra opinión sobre el estado del Bellas Artes, en este caso procedentes de un técnico municipal. Hace unos meses, concejales y medios de comunicación solicitaron a la SADE la posibilidad de entrar en el interior para comprobar sobre el terreno cuál era el estado del antiguo cine. La propiedad autorizó la visita, aunque el técnico se negó a hacer lo mismo argumentando que la seguridad no estaba garantizada.
El mal estado o los desprendimientos menores no implican ruina, se afirmó ayer por parte del delegado de Urbanismo. Burutaran no descarta, sin embargo, que el Ayuntamiento emita una orden de ejecución para que rehabilite alguna de las zonas que puedan estar en peor situación.
Desde hace años, el Consistorio se ha ocupado en determinadas ocasiones de reparaciones puntuales en este edificio del Bellas Artes, lo que se llama ejecución subsidiaria que luego se cobraba a la empresa propietaria.
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