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María Cruickshank, a punto de despedirse de 'Goenkale' y estrenándose en cine con 'Negociador'.
María Cruickshank: «Estrenarme en cine con Borja Cobeaga ha sido un gustazo»
CINE

María Cruickshank: «Estrenarme en cine con Borja Cobeaga ha sido un gustazo»

Tras siete años dando vida a Itsaso en 'Goenkale', Cruickshank asegura que «si dependiera de los actores, la serie seguiría adelante»

ANIA M. SEISDEDOS

Martes, 3 de marzo 2015, 11:57

Tras siete años interpretando a Itsaso en Goenkale, María Cruickshank (Oñati, 1989), acaba de estrenarse en cine interpretando el papel de Fayma en 'Negociador', de Borja Cobeaga. De madre caribeña y padre vasco, Cruickshank comenzó sus estudios de teatro con 16 años, y llegó a la mítica serie de ETB con 18. Después de tantos años deberá decir adiós a su personaje el próximo diciembre, cuando 'Goenkale' se despida para siempre tras 21 años en la parrilla.

- Después de varios años trabajando para televisión se acaba de estrenar en cine en la película 'Negociador' de Borja Cobeaga. ¿Qué tal la experiencia de trabajar con él? ¿Y para la gran pantalla?

- Muy bien, con Borja genial porque sabe transmitir muy bien lo que quiere. Fue como trabajar con un amigo, ha sido un gustazo estrenarme en cine con él. Lo malo es que todavía no me he podido ver en la gran pantalla, porque ' Negociador' se presentó en el Festival de Donostia pero yo había dado a luz dos días antes. Aun así estoy muy contenta, porque además ya ha ganado varios premios en los festivales donde se ha ido presentando. En cuanto al trabajo es muy distinto el cine de la televisión, en el segundo hay que ir mucho más a contrarreloj.

- Además de 'Goenkale' y el cine también participa en una obra de teatro, ¿cómo lo hace para compaginar los distintos trabajos con la serie? Teniendo en cuenta además que acaba de ser madre...

- Intento cuadrar los horarios, aunque a veces es difícil, pero si te gusta lo que haces lo intentas de cualquier manera, con esfuerzo. Me van saliendo cosas nuevas, oportunidades, y no sé cómo pero se puede, sin estrés además, porque el sistema de trabajo que tenemos en 'Goenkale' nos da cierto margen. Ahora me llevo a la niña al trabajo y cuando no me toca grabar estoy con ella.

- En cuanto a 'Goenkale', ¿por qué la decisión de terminar ahora, después de 21 años?

- No sé las razones; hace más de un mes los actores nos reunimos con la productora y cada uno expusimos nuestras opiniones, pero prefiero no mojarme. Quien lo ha decidido es ETB, no la productora ni los actores. Si dependiera de nosotros, seguiríamos adelante.

- Aún así, 21 años son muchos, ¿cuál ha sido la clave para tal éxito?

- Por un lado fue la primera serie en euskera y eso atrajo a muchas personas. Por otro, son personajes muy cercanos, de un pueblo pequeño de Euskadi, lo que lo hace próximo a los espectadores. Y como los personajes van creciendo con el tiempo, la gente se encariña con ellos. También ayuda el hecho de que sea un poco como un culebrón, toca todo tipo de temas, para niños, jóvenes o mayores. Pero desde luego el principal motivo es la fidelidad del público, que es lo que hace que hayamos podido seguir tanto tiempo.

- Después de siete años debe de darle pena que la serie llegue a su fin, ¿cómo se tomó la noticia?

- Primero pensé: «Bueno, se ha terminado una etapa y cosas nuevas llegarán». Pero luego me fui dando cuenta de que Itsaso, mi personaje en la serie, va a desaparecer para siempre y se me puso la piel de gallina y se me hizo un nudo en la garganta solo de pensarlo. Además me da pena también por el equipo, porque somos como una familia ya.

- Hablemos de Itsaso, su personaje en 'Goenkale', ¿cómo es?

- Es un personaje muy divertido. Intenta pasarlo lo mejor posible a todas horas. Además es muy impulsiva, tiene mucho carácter y cree que con esfuerzo todo se puede. Si tiene algo en la cabeza intenta conseguirlo como sea, aunque nadie le apoye.

- ¿ Diría que se parece a ella?

- Hay cosas en las que sí y otras en las que estamos muy lejos. En cuanto a disfrutar de la vida por supuesto que nos parecemos, pero en el carácter no. A mí no se me ocurriría hablar a la gente como lo hace ella a veces. Yo tengo genio, pero con gente cercana; ella, con cualquiera. Y las locuras que se le ocurren, a mí ni se me pasan por la cabeza, mis locuras son de otro tipo.

- Fue su primer papel con 18 años, ¿cómo lo consiguió?

- Estaba estudiando Bellas Artes y teatro en Bilbao y me apunté al casting. Hice algunas pruebas y me cogieron. Así que empecé a compaginar Donostia, Bilbao, la carrera, etcétera. Al final me quedé en Donostia estudiando teatro y grabando la serie y dejé la carrera.

- Así que lo de ser actriz es vocacional.

- Sí. Desde siempre me ha gustado actuar, aunque nunca lo había visto como posible trabajo. Cuando era niña en todos los sitios a los que iba me inventaba mil historias en mi cabeza, me imaginaba que estaba en una película. Y con 16 años quise probar si realmente era lo mío, porque a veces por mucho que te guste algo luego no te ves, así que me apunté en Gasteiz a una escuela de teatro.

- Su primer día en Arralde fue hace ya siete años, ¿qué recuerda de él?

- Muchos nervios. Antes de grabar ensayamos en una sala en la que hay una pantalla que anuncia cuándo es el turno de la siguiente escena, suele poner 'Actores al plató'. Y recuerdo una sensación de pensar «Por favor que no aparezca el mensaje, por favor». Luego enseguida entendí cómo funcionaba todo y empecé a disfrutar.

- En todos estos años habrá muchas anécdotas. Cuénteme una.

- Una vez estábamos grabando en la estación de Euskotren en Amara una escena en la que estábamos de despedida de soltero y teníamos que entrar en un tren y acto seguido salir. Pero eran trenes que estaban circulando de verdad y a Xabier Perurena y a mí no nos dio tiempo de bajarnos. Así que tuvimos que ir hasta la siguiente parada disfrazados. Él iba de corazón gigante, que por dentro parecía estar desnudo, y llevaba una silla de ruedas, y yo de sueca. Cuando arrancó el tren casi me muero de la vergüenza, porque nos miraba todo el mundo. Y lo mismo al bajarnos en la siguiente parada. La verdad es que fue muy divertido.

- Cuando 'Goenkale' emitió su primer capítulo usted apenas tenías cinco años. ¿Siguió la serie durante su infancia y adolescencia?

- La vi en una fase y la seguí un poquito, no demasiado. No sé ni cuántos años tendría ni nada, solo recuerdo que salían Txapas y Lutxi.

- Cine, teatro, televisión, presentadora de programas... Ha tocado muchos ámbitos, ¿con cuál se queda?

- Son muy diferentes, depende del momento, pero me gustan todos. En el teatro tienes la adrenalina del momento, mientras que en la tele cada día son escenas nuevas y diferentes. Pero en el teatro repetir lo mismo en cada función también me gusta, nunca te aburres y tienes más tiempo para trabajar al personaje. Y el cine es más relajado y cuidado. La verdad es que no sabría con cuál quedarme, pero sí tengo muchas ganas de repetir en cine.

- Ha trabajado principalmente en Euskadi, ¿le gustaría traspasar nuestras fronteras, laboralmente hablando?

- Me encantaría. Como actriz estoy abierta a todo. En Euskadi estoy muy a gusto, porque además la gente ha cogido cariño al personaje de Itsaso y eso se agradece. Pero por ejemplo me encantaría trabajar en inglés.

- Volviendo a 'Goenkale', ¿puede adelantar qué va a pasar en esta última temporada? ¿Está escrito el final?

-Creo que el final está escrito, pero no sé cuál es, porque los actores nos vamos enterando a medida que nos van dando los guiones, así que no sé ni qué le va a pasar a Itsaso. Por ahora estoy con que ha aparecido una hermana suya a la que no conocía en persona y que se mete en muchos líos, así que habrá humor.

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