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Siglo y medio dedicados a la cultura

Siglo y medio dedicados a la cultura

El Ateneo Guipuzcoano llegó a «marcar tendencia» en la vida social e intelectual de la ciudad

itziar altuna

Jueves, 2 de marzo 2017, 17:39

El Ateneo de San Sebastián (posteriormente Guipuzcoano) se fundó en 1870 y es la entidad cultural más antigua de la ciudad. Surgió con la idea de "educar a la gente" y ser foro de debate de los temas que eran actualidad durante esos años, desde la educación pública o los derechos de las mujeres, hasta la expansión de la ciudad (las murallas se habían derribado en 1863). Durante estos casi 150 años de historia, el Ateneo ha sufrido numerosas vicisitudes. Tuvo su edad de oro (1916-1936), su época en la que fue puntero en las actividades culturales (durante la posguerra) y años críticos (en la transición la entidad ya acumulaba una deuda insalvable y en 1992 se quedó sin sede).

En la actualidad cuenta con unos 100 socios y sigue organizando conferencias, conciertos y proyecciones de cine. "Somos una sociedad privada y ofrecemos actividades para un público minoritario" explica su presidente, Rafael García Ronda. Durante la década de los ochenta, con la apertura de las casas de cultura, surgieron nuevos espacios y actividades, que restaron púbico y notoriedad al Ateneo. Sin embargo, continuaron organizando actos. "Nosotros hacemos lo que no se hace en otros centros. No tenemos la presión de llenar grandes auditorios", afirma García Ronda.

La programación del Ateneo se organiza por ciclos, como el dedicado a los escritores donostiarras, en el que han participado Eli Tolaretxipi, Luisa Etxenike, Antton Obeso o Jesús María Cormán entre otros. Acaban de abrir un aula libre de filosofía y también organizan conferencias sobre escritores o artistas de cuyo nacimiento se cumpla algún aniversario (la mayoría de las veces coincide con el centenario de su nacimiento). Los concursos literarios y pictóricos han tenido gran importancia en la historia de la entidad, y ahora está abierta la convocatoria para el primer premio bienal de poesía "Elena Gorrochategui".

La música clásica es otra de las disciplinas por las que se caracteriza el Ateneo. Organizan conciertos con bandas de música y alumnos de los conservatorios de música en el Salón de Plenos del Ayuntamiento donostiarra. "Mientras el público siga acudiendo a las actividades que organizamos, continuaremos. Programar más de treinta eventos al año en épocas flacas y que la gente responda, no está nada mal", matiza García Ronda.

Las tertulias y charlas que programan se celebran en el número 36 de la calle 31 de agosto, donde antes se ubicaba la Biblioteca Doctor Camino. Kutxa les ha cedido un despacho, y tienen opción a utilizar la sala de conferencias.

Sin una sede en propiedad

En sus 147 años de existencia, el Ateneo no ha tenido una sede fija. Desde sus inicios "nadie vio necesidad de hacerse con una sede en propiedad, y eso que los fundadores fueron personas influyentes, que participaban en la expansión de la ciudad" cuenta Javier Mina, escritor navarro afincado en San Sebastián y vicepresidente del Ateneo Guipuzcoano. Según Mina, esta circunstancia "ha lastrado al Ateneo siempre".

Las primeras reuniones se celebraron en el domicilio particular de José Arana, uno de los promotores de los festejos que años mas tarde darían origen a la Semana Grande de Donostia. Pero los cambios de sede fueron una constante: calle Legazpi, Mayor, Plaza Lasala (donde compartieron espacio con la Unión Artesana, sociedad que se fundó el mismo año que el Ateneo), la Avenida de la Libertad, el Pequeño Casino o el actual edificio del Koldo Mitxelena, fueron algunos de los emplazamientos.

En 1945, el gobierno cedió en precario al Círculo Cultural Guipuzcoano (nombre con el que se recuperó el Ateneo) el palacete ubicado en el numero 13 de la calle Andía (el inmueble había pertenecido al Club Cantábrico y pasó a manos del Estado durante la Guerra Civil). Este edificio se derribó en 1964, se construyó otro de siete alturas y la cuarta planta se cedió al Ateneo.

En los años ochenta el inmueble pasó a ser propiedad del Gobierno Vasco, que en 1992 decidió derribarlo, sin ofrecer alternativa alguna al Ateneo, que "fue expulsado", explica Javier Mina. "El Gobierno Vasco intentó hacerse con el Ateneo por dentro pero al no conseguirlo nos echaron". En un primer momento les "acogió" el Ayuntamiento y posteriormente la Caja de Ahorros Municipal les cedió un espacio en la calle 31 de agosto.

Biblioteca andante

Los continuos cambios de sede del Ateneo han provocado que la biblioteca que posee la entidad (más de cinco mil ejemplares, muchos de ellos primeras ediciones de libros de principios del siglo XX) haya sufrido muchos cambios de ubicación.

Hoy día este fondo está depositado en la Biblioteca Municipal de San Sebastián, en la plaza de la Constitución. "Estamos estudiando firmar un convenio de cesión con la Biblioteca", anuncia Javier Mina. El acceso a este material es libre, pero la petición debe realizarse a través del propio Ateneo.

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