E. V.
Sábado, 24 de junio 2017, 09:10
«Nos sentimos socios indispensables y este barco es un ejemplo de que las relaciones económicas y comerciales no son nada nuevo. Fueron una solución hace 500 años y para nosotros, lo siguen siendo y más en este momento». Así lo manifestaba el embajador de Canadá en España, Matthew Levin, durante la rueda de prensa celebrada a los pies de la nao 'San Juan', aludiendo al Acuerdo Económico y Comercio Global (AECG), también conocido por sus siglas en inglés CETA, un acuerdo comercial entre la Unión Europea y Canadá que pretende potenciar los intercambios entre ambas partes.
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Según explicó, «nos hace falta esa apertura, sociedades abiertas a intercambios, al comercio y a esa interacción. Este buque es un ejemplo que resume todo lo que puede representar la respuesta que necesitamos en este mundo moderno».
El trasfondo económico y las oportunidades de negocio que puedan establecerse a uno y otro lado del Atlántico también quedaron patentes en las palabras pronunciadas por Marian Elorza, quien declaró que «de cara a futuro, Canadá figura entre nuestras prioridades. Asumimos como compromiso reforzar la conexión entre ambos países y fomentar la colaboración en distintos ámbitos».
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