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Juan Carlos Rubio, autor y director de 'Querida Agatha Christie', viaja mucho a Canarias y estando en Puerto de la Cruz descubrió una escultura dedicada a la escritora de misterio. «Empecé a investigar y descubrí que ella estuvo allí en 1927, huyendo de una situación personal muy compleja tras desaparecer durante once días en Inglaterra, cuando descubrió que su marido le era infiel».
Tras aquel suceso se va con su hija y una criada a Tenerife. «Huía de una crisis sentimental muy grande, su madre había muerto hace poco. Digamos que vivía una crisis creativa», Después de dos semanas en Tenerife «se fue a Gran Canaria y con toda esa información histórica y real me interesé por la vida de una mujer de 36 años que vivía un momento de crisis profunda, uno de esos epìsodios que pueden hacerte perder la ilusión por la vida».
Después de ese viaje, Christie retoma su carrera literaria y su vida, «de hecho le concedió a su marido el divorcio que él quería y ella no deseaba dárselo. Y yo he querido imaginar que en esa estancia en Canarias sucedió algo que hizo que enfocara esta segunda parte de su vida de una manera distinta. Entonces era muy extraño que una mujer ganara su dinero como novelista, que fuera famosa. Cuando seguí investigando me di cuenta además de que era una mujer particular, le gustaba la arqueología y otras cosas como las ciencias ocultas. Y fue una de las primeras personas que hizo surf, se fue a Tenerife con su tabla y me pareció muy curioso imaginarme a esta mujer surfeandon en 1927. Así que decidí que iba a escribir algo sobre ella. Necesitaba un antagonista, no quería un monólogo, y pensé en Galdós, un hombre comprometido políticamente, con 80 años y ya casi ciego».
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