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Decía el trovador Iparraguirre que había que tener cuatro amigos en la vida: un carnicero, un cura, un taxista y una marquesa. Entre todos darían alimento al cuerpo, el alma y el bolsillo de un trotamundos como él. Otros cuatro amigos del bardo, estos ya ... actuales, se juntaron ayer en Donostia para homenajear su obra y recordar sus vivencias en un concierto amable que discurrió de manera autobiográfica, repasando el devenir del autor vasco.

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diariovasco Amable homenaje