![«Carmen Sevilla siempre ocupó un espacio de bondad y de reconciliación»](https://s2.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/2023/06/28/85076347-k5OE--1200x840@Diario%20Vasco.jpg)
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Carmen Sevilla «era un show en sí misma», relata el autor y director teatral Juan Carlos Rubio, que el 27 de octubre trae a Irun el preestreno de su obra 'El novio de España', donde une las figuras de Carmen Sevilla y Luis Mariano, «dos ... grandes amigos en la vida real».
«Carmen fue una mujer con una carrera increíble. Trabajó en distintas lenguas, en varios países y en momentos difíciles. Cantaba, bailaba y, sobre todo, desprendía una luz muy particular. Siempre ocupó un espacio de bondad y de conciliación».
Destaca Rubio que Carmen fue «una mujer incansable. Empezó a trabajar muy joven con Estrellita Castro porque fue al teatro a llevarle algo de parte de su padre, Estrellita la vio y se la quiso llevar de gira». Siempre hay una puerta que se abre «pero lograr que se mantenga abierta depende de la cantidad de tiempo, de energía y de trabajo que le dediquemos. Y Carmen se volcó en su carrera».
El montaje de 'El novio de España' le ha hecho profundizar en la figura de la artista sevillana fallecida el martes a los 92 años. «He visto sus películas, muchas entrevistas y hay un libro muy interesante, 'Aquella España dulce y amarga'. Es una conversación entre Paco Rabal y ella. Dos personalidades a priori antagónicas, pero la realidad es que se llevaban muy bien». En ese libro se encontró con una Carmen Sevilla «que apostaba siempre por buscar el mejor lado de las cosas. Rabal le decía que ocurrían sucesos terribles y que había que plantarles cara. Ella respondía que ya lo sabía, pero que no le gustaba. Creo que negaba la realidad para que las cosas fueran un poco mejor. Me atrae mucho su forma tan positiva de ver las cosas que tenía. Sin caer en ingenuidades está bien recuperar esa mirada suya».
Alcanzar la fama en pleno franquismo «le ha podido negar después cierto reconocimiento porque nos gusta etiquetar», asiente Rubio. «Es verdad que en la Transición se aparta del cine, quizá por su matrimonio. Perdimos una actriz fabulosa y una mujer con muchas cosas que contar. Puede que sintiera que se la asociaba con ciertas ideologías, pero esto una vez más es el cajón de las etiquetas de cada uno. Lo que Carmen pensara no me interesa, pero siempre habló desde un lugar muy humano y conciliador».
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La obra 'El novio de España' parte del rodaje en 1952 de 'Violetas imperiales', «un hecho real que me sirve para hablar del exilio. Los padres de Luis Mariano estaban en Francia y él quería que Franco facilitara su vuelta. Luis le propuso hasta tres veces matrimonio a Carmen, quizá pensado que así le respetarían más, en un intento de aparentar una normalidad en aquellos años, ya que era homosexual. Hay una entrevista muy tierna de Carmen con José María Íñigo. Le pregunta por qué no se casó con Luis y ella bajaba la mirada y con esa forma de hablar tan graciosa y dulce que tenía dice que no era posible, que no podía ser. Con esta obra quiero hablar de nuestra vida y de nuestra historia, de lo que fuimos para poder entender lo que somos».
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