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T. Abajo
SAN SEBASTIÁN.
Lunes, 26 de febrero 2024, 01:00
La compañía Hika Teatroa ha denunciado la censura «por motivos políticos» de la función de 'La Tarara' que iba a representar el 16 de marzo ... en el municipio madrileño de Moralzarzal, gobernado por PP y Vox. Se trata de una obra que está en el tercer año de gira, con siete nominaciones a los Max y dos premios para su directora, Agurtzane Intxaurraga. Trasladan al barrio bilbaíno de San Francisco en los años 70 un texto de Josi Alvarado sobre una prostituta travesti y una niña violinista que a su vez obtuvo el galardón Ana Diosdado de la SGAE.
Según explica Intxaurraga, la obra estaba contratada desde junio de 2023 y contaban con una carta de compromiso del Ayuntamiento y del programa Platea, apoyado por el Ministerio de Cultura. Cuando el pasado jueves llamaron para completar los trámites, un portavoz municipal aseguró que «se había cancelado a finales de enero», aunque nadie les había informado. Lo atribuyó a «motivos políticos». Por teléfono dijo «que el nuevo gobierno no considera conveniente» la representación, aunque desde Platea se les había señalado que la razón de la suspensión era de programación.
La directora ha pedido explicaciones por escrito que no le han facilitado. La compañía no sabe si la censura obedece a la presencia en el reparto de Itziar Ituño por el «linchamiento» que sufrió tras asistir a una manifestación por los presos de ETA o a la temática «sobre la identidad de género» de la obra. «Esto hay que denunciarlo siempre. No se puede jugar con la profesión», protesta Intxaurraga.
La directora también asegura estar preocupada por las consecuencias económicas de la suspensión de la obra. «Vamos nueve personas en gira y para algunas esto puede suponer un tercio de su sueldo. Las compañías independientes dependemos de nuestras actuaciones». Junto a Ituño también están en el reparto Kepa Errasti y Sandra Ferrús, entre otros actores.
El tema de los abusos sexuales está presente en la obra. 'La Tarara' es la historia jamás contada de tantos niños; un viaje iniciático y adictivo al fondo de la carne. «Mi intención no era hacer una denuncia política o social sino un enfoque mucho más intimista, lírico y poético, donde la cosas no se denuncian, se sugieren para que el espectador vayan entendiendo lo que está pasando poco a poco», ha señalado la directora del montaje y fundadora de la compañía».
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