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Chillida, durante la instalación del Peine del Viento en una esquina del litoral donostiarra. Chillida, en una nave industrial trabajando en hormigón; Chillida, inmerso en ... sus gravitaciones, dibujos y collages en la intimidad de su Villa Ingeborg de San Sebastián; Chillida, con las manos enterradas en la tierra con la que elaboraba sus 'lurras' en la localidad francesa de Grasse. Y Chillida, en las forjas industriales en las que esculpía en acero. La sala Artegunea de Kutxa Fundazioa en Tabakalera, se suma al centenario del artista donostiarra con una gran exposición fotográfica que reúne las instantáneas de Jesus Uriarte (Pasai Donibane, 1948) que documentan el trabajo del escultor a lo largo de varias décadas.
Comisariada por Jon Uriarte (Hondarribia, 1980), la muestra 'Chillida lanean' está conformada por una selección de más de 150 fotografías, tanto en blanco y negro como en color, estructurada en cuatro apartados que se corresponden con otros tantos materiales que el creador donostiarra utilizó en sus obras: tierra, papel, acero y hormigón. La directora de Arte y Patrimonio de Kutxa Fundazioa, Ane Abalde, el comisario de la exposición y el propio fotógrafo han presentado este jueves la muestra.
Jesus Uriarte, que cuenta con una dilatadísima trayectoria como fotoperiodista, entabló relación con el artista en 1977, durante la construcción y la compleja instalación de las tres piezas del conjunto escultórico de 'El Peine del Viento' en 1977 y pocos años después, se convirtió de facto en la persona encargada de documentar gráficamente los procesos creativos del escultor. En la fragua y en la forja, el objetivo de Uriarte captura a Chillida acompañado de sus ayudantes Fernando Mikelarena, Marcial Vidal y Joaquín Goikoetxea. El fuego, el movimiento, la escasez de luz y la limitada sensibilidad de la película hacían que no fueran las condiciones de trabajo idóneas para un fotógrafo, pero Uriarte dejó imágenes que parecen lienzos. Y eso que cuando las obras eran a gran escala, el gran número de operarios necesarios para la manipulación del acero y las altas temperaturas dificultaban aún más su labor.
Este Chillida bregador y sudoroso que luchaba contra la resistencia de los materiales contrasta con el Eduardo de la donostiarra Villa Ingeborg, bajo cuyas claraboyas dibujaba, confeccionaba sus 'gravitaciones' o creaba 'collages'. También los trabajos en hormigón para la realización de obras públicas monumentales como el 'Elgio del horizonte' de Gijón o el 'Monumento a la tolerancia' de Sevilla brindaron al fotógrafo pasaitarra la ocasión de reflejar su complejidad material y artística de unos procesos que se dilataban en el tiempo. «De la maqueta, al modelo de porexpán a escala 1:1 y el encofrado en una nave industrial, para después desmontarlo y volverlo a montar en su emplazamiento final, donde se vertía el hormigón. Lógicamente requería del trabajo en equipo: el ingeniero José Antonio Fernández Ordóñez, Jesus Aledo con en el porexpán y el carpintero José Antonio Bereziartua con el encofrado, fueron sus principales aliados», se explica en la propia exposición. Ante la magnitud de las obras, Uriarte realizó algunas fotografías desde grúas o incluso trepando a las propias esculturas.
Finalmente, la muestra recoge las fotografías realizadas en 1995, durante la visita que Uriarte realizó al taller del ceramista Hans Spinner en la localidad francesa de Grasse, en donde Chillida realizaba las esculturas con tierra. «El fotógrafo tuvo que ganarse poco a poco su lugar. Las fotografías de aquellos días incluyen puntos de vista lejanos y respetuosos, así como otros cercanos».
En todos los casos, el fotógrafo hace equilibrios sobre la distancia, ni demasiado alejado, ni demasiado invasivo, para no interferir en el proceso creativo, pero tampoco perdérselo.En palabras del comisario, «sus imágenes desvelan los espacios, los tiempos y las personas involucradas (…) desde la cercanía que existía entre ambos creadores y su colaboración continuada en el tiempo».
Además de la utilización de una representación de una escultura de Eduardo Chillida como parte de su logotipo desde 1990, Kutxa Fundazioa ha desempeñado un papel importante en la preservación y promoción del legado de Chillida. Ha colaborado en la organización de exposiciones, eventos y actividades relacionadas con su obra y la exposición Jesus Uriarte. Chillida Lanean es un hito más.
La muestra de Kutxa Fundazioa, cuyo logotipo desde 1990 es la representación de una escultura de Chillida, permanecerá en el Artegunea desde mañana hasta el próximo 30 de junio y se acompaña de un catálogo editado por La Fábrica y Kutxa Fundazioa, que permite acceder a una enorme cantidad de información visual relativa al proceso de trabajo de Chillida desde los años 80, así como acercarnos a la intimidad creadora del artista.
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