Secciones
Servicios
Destacamos
Una exposición que se inaugurará este viernes en la Sociedad Fotográfica de San Sebastián rememorará el viaje de cuatro meses que el aventurero donostiarra Jose Mari Elósegui realizó en 2004 en un ultraligero por el continente africano. La muestra recupera medio centenar de fotos ... que el autor, fallecido de forma prematura en 2015, realizó durante la travesía, además de algunos de sus escritos y reflexiones. «Es un homenaje a un gran expedicionario romántico», apunta la pintora Eli Azurmendi, comisaria de la exposición que trabajó mano a mano con Elósegui en algunos de sus proyectos.
Montañero, guionista, explorador, fotógrafo, pero sobre todo aventurero. Jose Mari Elósegui (San Sebastián 1958-2015) encarnaba el arquetipo del expedicionario en la acepción más genuina del término. Aunque estudió Derecho para no contrariar a su familia, desde muy joven tuvo claro que lo suyo era conocer mundos y culturas diferentes. Empezó como guía para una agencia y luego se embarcó en proyectos de distintos signos que le permitieron dar satisfacción a sus inquietudes. «Mis viajes han sido un poco locos porque mi presupuesto siempre ha sido bajo y tampoco los he programado mucho, no tenía un objetivo concreto, un poco a salto de mata y de forma caótica», declaraba a este periódico después de recibir la noticia de que había sido galardonado por la Sociedad Geográfica Española en 2014.
Uno de esos periplos le llevó en 2004 a recorrer durante cuatro meses el continente africano en un ultraligero. «Coincidió en África con dos pilotos de avión, un sudafricano y un holandés, que habían proyectado sobrevolar de costa a costa el continente a bordo de dos ultraligeros para hacer un documental y le propusieron que se enrolase como cámara», cuenta Eli Azurmendi. El donostiarra aceptó encantado la propuesta y llegó incluso a realizar un guion para el documental que se inspiraba en una leyenda bosquimana. «Era un gran defensor del ser humano y le gustaba entablar contacto con la gente y empaparse de las culturas que visitaba. Al final su guion no llegó a utilizarse porque se recurrió a un relato más lineal, pero es un testimonio de su inquietud a la hora de buscar la integración con las culturas minoritarias», añade la comisaria de la exposición.
El viaje les llevó desde las costas del Índico a las del Atlántico siguiendo en parte el cauce del río Zambeze. Fueron cuatro meses y unos 12.000 kilómetros de aventuras en los que aterrizaban donde podían. «Muchas veces lo hacían en lugares inverosímiles, en playas de la costa o a orillas del río Zambeze, en pequeños aeropuertos o en poblados donde apenas habían visto al hombre blanco. No tuvieron el apoyo de ningún vehículo, viajaron los tres en dos ultraligeros». El documental resultante del viaje, titulado 'Coast to coast, a piece of my heart' (De costa a costa, un trozo de mi corazón) tuvo muy buena acogida en los festivales especializados y cosechó un total de 23 premios. El donostiarra, encargado de la cámara, no aparece en las imágenes del audiovisual pero sí lo hace en otra pequeña pieza cinematográfica, 'Monkeys in the Sky', en la que uno de los pilotos, el suizo Olivier Aubert, recopiló anécdotas del viaje.
Elósegui, gran aficionado a la fotografía, documentó el viaje con diapositivas realizadas tanto desde el aire como en tierra. «Utilizaba una cámara analógica y trabajaba a la antigua usanza, con diapositivas», cuenta Eli Azurmendi, que ha trabajado junto a la familia del explorador a la hora de seleccionar las imágenes para la exposición. «Era un fotógrafo excelente, dominaba perfectamente la técnica y además sus imágenes tienen un sello especial que las hacen reconocibles», apunta la comisaria. Prueba de ello es que el donostiarra consiguió el premio en la categoría Imagen que otorgó en 2014 la Sociedad Geográfica Española en reconocimiento a su trayectoria.
En la exposición que abrirá este viernes sus puertas, titulada 'Planeando el río Zambeze', se podrán ver, además de las diapositivas pasadas a papel, fragmentos del diario que escribió Elósegui durante el viaje y del guion que escribió para el documental. Son imágenes y testimonios de una trayectoria vital singular que se truncó de forma prematura a los 56 años por un tumor cerebral. «Su gran pasión por conocer y descubrir cada rincón de este mundo le hizo entender la vida con ilusión y optimismo, como un regalo que hay que vivir intensamente». Y la exposición que se abre este viernes demuestra que así lo hizo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.