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El amor está en el aire y en el cine

Desde que se rodaron las primeras películas mudas, los romances, pasiones y rupturas han sido protagonistas de historias que han dejado huella. ¿Quién no tiene una escena de amor favorita?

Viernes, 14 de febrero 2025, 06:44

En la final de la Super Bowl del pasado domingo, y en vísperas del San Valentín que se celebra hoy, en uno de los anuncios que se emitió por televisión se recuperó el momento del orgasmo fingido que Meg Ryan interpreta ante un sorprendido y un tanto avergonzado Bill Crystal de la película 'Cuando Harry encontró a Sally' (1985). Las dos estrellas llevaban más de 36 años sin reunirse. Ha sido la mayonesa Hellmann's la que ha propiciado el reencuentro y muchos espectadores han recordado con nostalgia esa película que fue concebida por sus creadores, la responsable de la idea original y guionista Nora Ephron y el director Rob Reiner, como «una comedia romántica de cerebro y corazón». Puede que esos quince 'síes' seguidos lanzados por la actriz no sean el momento más romántico de la película, pero nadie pone en duda de que el filme se encuentra en el ranking de los principales títulos de amor del imaginario cinematográfico.

Todos tenemos grabada en la memoria una escena romántica, aunque muchos no querrán reconocerlo por considerarlo cursi, y más en una fecha como la de hoy, pero el amor, además de en el aire –'Love is in the air' (1978), de John Paul Young, una canción que forma parte de numerosas bandas sonoras–, está en la pantalla. Desde el «siempre nos quedará París», de 'Casablanca', a los tartamudeos aturullados de Hugh Grant en las comedias de los 90, pasando por el beso con espaguetis de 'La dama y el vagabundo' o los bocados enamorados de Drácula a Mina. Y claro que hay múltiples formas de amor y de amar, pero, no nos engañemos, en la pantalla ha predominado el romanticismo.

El beso del vagabundo

Ya en las primeras películas silentes, las palpitaciones en un corazón desbocado han sido una constante. El vagabundo interpretado por Charles Chaplin protagonizó títulos como 'Charlot, rival de amor' (1914) o 'La quimera del oro' (1925), aunque según los críticos de la época el beso del final feliz había arruinado la cinta.

«Siempre nos

quedará París»

Casablanca, 1942

«Siempre nos

quedará París»

Casablanca, 1942

«Siempre nos

quedará París»

Casablanca, 1942

«Siempre nos

quedará París»

Casablanca, 1942

«Siempre nos quedará París», es la famosa frase de la película 'Casablanca' (1942) –la dice su protagonista Rick Blaine (Humphrey Bogart) a Ilsa Lund (Ingrid Bergman) en su despedida–, «la película perfecta para los que no les gustan las historias de amor», como aparecía en alguna de los eslóganes publicitarios de entonces.

En 'Mujeres al borde de un ataque de nervios' Pedro Almodóvar homenajeó el famoso diálogo de 'Johnny Guitar'

La declaración de Bogart compite en trascender más allá de lo cinematográfico con uno de los momentos de 'Johnny Guitar' (1954). Nicholas Ray cambió las convenciones del wester tradicional y colocó a dos mujeres de fuerte carácter. A una de ellas, Vienna, interpretada por Joan Crawford, el protagonista al que da vida Sterling Hayden suplica:

– «Engáñame. Dime que me has esperado todos estos años. Dimelo».

– «Te he esperado todos estos años».

– «Dime que habrías muerto si no hubiese vuelto».

– «Habría muerto si tú no hubieses vuelto».

– «Dime que aún me quieres como yo te quiero».

– «Aún te quiero como tú me quieres».

Este pasaje ha sido homenajeado en varias películas, una de ellas 'Mujeres al borde de un ataque de nervios', de Pedro Almodóvar.

Cine de tacitas

También Cupido tiene mucho trabajo en lo que se denomina cine de tacitas, ese que transcurre preferiblemente entre el siglo XIX y principios del XX y donde siempre habrá un momento en el que se sentarán para tomar el té. Aquí son las miradas y los silencios los que marcan las pautas de la escena romántica, en muchas ocasiones protagonizadas por Emma Thompson y Keira Knightley. Esta última como Elizabeth Bennet en 'Orgullo y prejuicio' (2005) se estremece cuando, ya transcurridos 25 minutos de la película, Mr. Darcy (Matthew Macfayen) le da la mano para subir al carruaje. El amor no siempre se demuestra con apasionados besos.

Hay actores como Meg Ryan o Hugh Grant que durante la década de los año 90 coparon las películas enmarcadas en la comedia romántica. La primera protagonizó 'Algo para recordar' (1993) o 'Tienes un email' (1998) y el británico 'Cuatro bodas y un funeral' (1994), 'Notthing Hill' (1999) y, sobre todo 'Love Actually' (2003), aunque no estaba en la escena más enternecedora de la película, aquella en la que Andrew Lincol, famoso por acabar con miles de zombies en 'The Walkind Dead', se declaraba a través de unos carteles y sin pronunciar palabra a la novia de su mejor amigo.

Titanic, 1997

Love Actually, 2003

Titanic, 1997

Love Actually, 2003

Titanic, 1997

Love Actually, 2003

Titanic, 1997

Love Actually, 2003

Amor no siempre es sinónimo de final feliz. El ejemplo más evidente lo tenemos en una de las películas que se encuentran en el top del romanticismo 'Titanic' (1997). La pareja que forman Rose (Kate Winslet ) y Jack (Leonardo DiCaprio) se han convertido en la sublimación del amor y que por él se puede llegar a morir.

'El paciente inglés' (1996) es el arquetipo cinematográfico de lo que puede llegar a doler la pasión, del amor no como una fuerza positiva sino como algo tóxico. El romance prohibido entre el conde Lászlo Almásy (Ralph Fiennes) y Katharine Clifton (Kristin Scott Thomas) en medio del Sahara deja imágenes como en la que comparten la bañera o frases como «cuando te vayas debes olvidarme».

Y quién no ha llorado, o al menos suspirado, cuando Meryl Streep, como Francesca Johnson, decide no bajar de la camioneta y así no lanzarse a los brazos de Clint Eastwood, que interpreta al fotógrafo Robert Kincaid en 'Los puentes de Madison' (1995) y que le espera bajo la lluvia. Ambos renuncian a un futuro conjunto.

«Cuando te vayas debes olvidarme»

Los puentes de Madison, 1995

El paciente inglés, 1996

«Cuando te vayas debes olvidarme»

Los puentes de Madison, 1995

El paciente inglés, 1996

«Cuando te vayas debes olvidarme»

Los puentes de Madison, 1995

El paciente inglés, 1996

«Cuando te vayas debes olvidarme»

Los puentes de Madison, 1995

El paciente inglés, 1996

Tampoco acabó bien el complejo romance entre Jake Gyllenhaal y Heath Ledger en la película de Ang Lee 'Brokeback Mountain' (2005), donde se narraba con gran delicadeza cómo surge el amor entre dos vaqueros mientras cuidan el ganado. El beso que se dan una noche en la tienda de campaña figura entre los mejor rodados.

Escena en peligro

La animación ha incluido el amor en variados largometrajes. Walt Disney ordenó cortar la escena del beso de 'La dama y el vagabundo' (1955) mientras comen espaguetis porque podría parecer «demasiado atrevido» para el público infantil. Por suerte, sus empleados le convencieron y mantuvo la escena. Tampoco se puede olvidar la conmovedora historia de 'Up' (2009). La relación entre Carl y Elli es un viaje emocional desde la infancia a la vejez. Dentro del anime japonés sobresale la poética 'Your name' (2016), de Makoto Shinkai, con dos jóvenes que, a pesar de vivir separados por la distancia y el tiempo, se encuentran conectados por un fenómeno que les permite intercambiar sus cuerpos.

'Breve encuentro' (1945), 'Carta a una desconocida' (1948), 'Memorias de África' (1985), 'Ghost' (1990), 'Antes del amanecer' (1995) 'Deseando amar' (2000), 'Amélie' (2001), 'Por eso lo llaman amor' (2017), 'Retrato de una mujer en llamas' (2019) , 'Vidas pasadas' (2023)... La lista, como algunos amores, no tiene fin.

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