Crítica de cine | The Alto Knights: No son (tan) de los nuestros

Algo le falla a esta película que, eso no se puede negar, se ve a gusto puesto que La Mafia siempre da muy bien en pantalla. Pero le falta empaque, le falta estructura. Todos los que la han hecho (todos octogenarios) se conocen cada recoveco del cine clásico de gángsters así que ofrecen una película con aires, maneras, intenciones e intuiciones de cine clásico de gángsters... al que algo le falla. La inspiración, la intuición, la frescura, la verdadera maldad soterrada y rampante, el pálpito, el estremecimiento, la furia, la ambición, ese punto de tragedia shakesperiana, esa oscuridad hasta cuando todo sucede a pleno sol... Todo lo que volvió legendario a cada fotograma de 'El Padrino',

Entonces, ¿por qué las tres estrellas? Por el respeto debido a tanto padre padrone del Séptimo Arte. Porque en el fondo saben jugar sus cartas para engañarnos y hacernos creer que es un buen pedazo de cine por más que le falte fuste en tantas ocasiones. Porque escucharla en original es placer para los oídos. Porque la puesta en escena es sólida y las maneras de la cámara, elegantes y, a ratos, taimadas.

Porque aunque nos contradigamos en el titular, siguen siendo de los nuestros. Porque por el precio de una entrada tienes dos actuaciones de De Niro que interpreta, él solito a Frank Costello y Vito Genovese.

Por ese punto de melancolía. Y ese otro de sarcasmo cálido con esos perros vestidos con reales de abrigos de visón. Pero algo falla.