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Casi nadie la ha puesto bien del todo. Y bastantes se han cebado en ella, han ido a la yugular porque, ciertamente, se va enmarañando de tal forma que te has de sacudir los cabos quequedan sueltos en el guion y en la pantalla si ... quieres salir con bien del embrollo en el que se meten el autor de la novela original , el transilvano Chirovici que firma tsambién 'El libro de los espejos', el director (con bastante experiencia y escarmiento en escribir para el cine), su coguionista, los personajes y quienes los encarnan que, exceptuando Russell a ratos no saben exactamente qué o a quiénes interpretan.
Dirección: Adam Cooper
Guion: Bill Collage, Adam Cooper sobre la novela de Chirovici.
Foto: Ben Nott.
Música: Hirschfelder.
Intérpretes: Russell Crowe, Karen Gillan, Tom Flanagan.
Duración: 110m.
Cine: Niessen, Urbil.
Es verdad que no es la gran película ni la gran novela policiacas que uno desearía ver o leer aunque sus pocos fans ditirámbicos hayan dado en compararlas con el 'Memento' de Nolan (vayan ustedes a saber por qué) y con Hammett o Chandler. Pero tampoco es el horror máximo. A ratos funciona y otros ratos hasta resulta eficaz, negruzca y bien iluminada (mejor dicho, 'oscurecida'). Pasar pasa, creo yo, que muchos le tienen ganas a Crowe, cuyas últimas decisiones en torno a su carrera han sido deliciosamente abstrusas (recuerden 'El exorcista del Papa' con él solo contra el Diablo por Toledo y en Vespa) pero tampoco para intentar liquidar su solvencia cinematográfica como lo hicieron y siguen haciendo con Kevin Costner.
Así que ni espantosa ni soberbia. Un expoli con demencia (segundo personaje con pérdida de memoria en la cartelera, no olviden 'Memory'...) y una 'femme fatal' que además de (intentar) ejercer de tal dice llamarse como Gene Tierney en la películaa de Preminger, Laura. Una migajita de sexo duro (nada) y bastantes muertos. Cada vez más. Un caso antiguo. Otro poli poco de fiar... Debería haber funcionado maravillosamente pero no lo hace. Aunque rebajando mucho el grado de exigencia sin fijarse en sus muchas torpezas acaso les distrae.
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