Como director del Festival de Cannes ya ha visitado en reiteradas ocasiones San Sebastián, pero es la primera vez que viene con su 'otro' cargo, el de responsable del Instituto Lumière de Lyon. La entidad francesa encargada de la promoción y restauración del cine clásico ... desarrolla un ciclo de joyas del séptimo arte en colaboración con la Filmoteca Vasca. Mañana Frémaux (Tullins, 1960) presenta en Tabakalera, a las 19.00, 'Alicia en las ciudades', la película que Wim Wenders dirigió en 1974 y que gusta especialmente a este 'gurú' del cine. En la entrevista, realizada por 'Zoom' y en castellano, idioma que domina, habla de su oficio, de las conexiones entre Cannes y Donostia, y del Zinemaldia. «San Sebastian ha sabido ser inteligente para seguir entre los mejores festivales del mundo», dice. «Hay otros más famosos, pero pocos tan buenos».
– Viene a Donostia dentro de la primera colaboración del Instituto Lumière y la Filmoteca Vasca. Según Josean Fernández, director de la entidad vasca, dijo usted que «si puede hacerse en 2022, mejor que en 2023».
– En Francia siempre pensamos que somos los mejores en casi todo, también en el cine, pero en el caso de la conservación del patrimonio cinematográfico envidiamos cómo están haciendo las cosas en España. Conozco bien lo que hizo Chema Prado en sus años al frente de la Filomoteca Española, o Josean Fernández y su equipo en la Filmoteca Vasca. Admiro sus instalaciones y su trabajo, que deberían ser más conocidos en el exterior: cómo en una ciudad mediana, como San Sebastián, se está trabajando tanto y tan bien.
– Sin embargo, visto desde el País Vasco, lo que produce envidia es el trabajo del Instituto Lumière.
– Las colaboraciones internacionales entre entidades son siempre beneficiosas para todos. Pero lo que cuenta es implicar más al público, y especialmente a los jóvenes. El patrimonio, la historia del cine, es un elemento clave para llevar de nuevo a la gente a las salas. Estoy leyendo el nuevo libro de Quentin Tarantino, que aún no se ha publicado, y él cuenta ahí cómo su asistencia a las salas de cine cambió su vida. Los más jóvenes ven ahora las películas en ordenadores, y no es lo mismo. El cine nos construyó como seres humanos y tampoco hemos salido tan mal. Pienso que el cine, antes y ahora, nos hace mejores.
La película de mañana
«Vi con 17 años 'Alicia en las ciudades' y las otras 'road movies' de Wim Wenders y me transformaron»
– Ha elegido presentar mañana 'Alicia en las ciudades' porque es un filme especial para usted.
– Sí, me interesa mucho encontrar mañana en San Sebastián a los estudiantes de cine (en una reunión en la escuela Elías Querejeta) y al público vasco en general. Descubrí esta trilogía de 'road movies' de Wim Wenders cuando yo tenía 17 o 18 años y fue un choque único, solo comparable a lo que había vivido con las películas de Godard. 'Pierre le fou', por ejemplo, era una obra de arte, pero la diferencia es que yo no me sentía como Belmondo en esa película. Sin embargo, sí me identificaba con los personajes de Wim Wenders en 'Alicia en las ciudades' o 'En el curso del tiempo', con sus viajes y sus historias. Tengo mi propia copia en 35 milímetros de 'En el curso del tiempo', que a la vez es la única película que en la historia del Instituto Lumière tuvo cero espectadores. ¡Qué humillación! Viva el cine de siempre, en cualquier caso. Hoy el cine está en crisis, por la pandemia, pero también de forma estructural por múltiples razones. En mi opinión, la historia, el patrimonio, las películas del pasado, sirven para abrir el futuro, son la llave hacia la modernidad.
– ¿Cómo compagina sus dos almas, como director del Instituto Lumière, destinado a mimar el pasado, y del festival de Cannes, que busca lo último?
– En el mundo del cine hay algunas calles míticas: Sunset Boulevard, la Croissette de Cannes y la rue de Lyon donde nació el cinematógrafo Lumière. Es un privilegio 'dirigir' esas dos calles. En los dos lugares sé que las películas no pueden dividirse en buenas o malas, porque cada película es una circunstancia. Pero en el caso del cine clásico sé que las películas que perduran han superado el criterio crítico más exigente: el paso del tiempo. Recuerdo cuando en el Instituto Lumiére programamos un ciclo dedicado a Sergio Leone. Era 2009. Los críticos 'modernos' mostraron sus reticencias, porque el director aún suscitaba dudas. ¡Qué me importa! Ha superado el paso del tiempo. En Cannes programamos películas que quizás no sean valoradas hoy, pero sí en el futuro. Hay otros directores coreanos que gustan más a la prensa que Park Chan-Wook, pero no tengo duda de que perdurará en el tiempo más que otros. Hacer la selección de Cannes es una escuela de humildad: quiénes somos para elegir unas películas y dejar otras. En el balance final no cometemos tantos errores...
Patrimonio
«El trabajo de la Filmoteca Vasca para cuidar el cine es impresionante, y debería ser más conocido en el exterior»
La conexión Cannes-Donostia
– Hubo un tiempo en que Cannes y San Sebastián apenas tenían relación. Ahora mantienen una conexión cada vez mayor.
– Chema Prado me ayudó a entender la importancia de San Sebastián, y también Bertrand Tavernier fue fundamental para enseñarme a conocer y amar este festival. No pueden compararse unos festivales con otros, pero San Sebastián está al nivel de Toronto, Venecia o Berlín: es de los mejores festivales del mundo. Es un festival del público, en fechas del año difíciles porque coincide con otros, pero supo adaptarse con inteligencia, con ciclos como Perlas que recupera lo mejor del año, no solo para el público local sino para los profesionales que llegamos de fuera. El trabajo técnico en programación, comunicación o gerencia es admirable. Hay festivales más conocidos, pero con menos importancia: pocos tan buenos como Donostia.
– Cannes es un gigante y el referente de los festivales de todo el mundo. ¿Pero envidia algo del Zinemaldia?
– La comida y los restaurantes (ríe). Y el ambiente. Cannes es hoy gigante, pero se cuentan leyendas sobre los años 50 y 60, cuando todo era más accesible, que parecen del San Sebastián de hoy. Con menos prensa, menos gente, Donostia es más de amistad, de relaciones más fáciles y tamaño manejable. Tras la II Guerra Mundial, cuando se inventaron los festivales, se buscaban como escenario ciudades pequeñas con mar: Cannes, San Sebastián, Venecia con sus canales, Locarno con su lago. Para mi ir a San Sebastián es importante. Voy más que a Toronto.
Zinemaldia
«Ha sabido encontrar su sitio con inteligencia. Mantiene el tamaño justo para que todo sea amistoso para los profesionales»
– Siempre insiste en que el público es fundamental para el cine. Tras la pandemia vivimos momentos en que las salas de cine han sufrido un importante bajón de espectadores.
– Sí, Por un lado es normal que tras dos años de pandemia cueste volver a la normalidad: no va a recuperarse el hábito en solo dos meses. Pero aquí las filmotecas también tenemos mucho que aportar. En Francia hay ahora en salas un 34% de espectadores menos que en 2019, pero en el Instituto Lumière solo hemos bajado el 9%. Y es porque tenemos la costumbre de organizar eventos, trabajar con el público, despertar su ilusión sin esperar a 'Top Gun'. Trabajamos para que el público disfrute con clásicos como 'Ciudadano Kane' o 'La gran ilusión'. No hay nada mejor que disfrutar de grandes películas en una sala de cine.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.