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Dice Marta Etura (Donostia, 1978) que «soy y seguiré siendo actriz, pero desde hace tiempo quería probarme como directora y este cortometraje ha supuesto la ... oportunidad para estrenarme». Y el resultado, añade la artista, le ha dado confianza para plantearse ya dirigir su primer largometraje. Etura lleva a concurso su primer corto, 'Lucía', al Festival de Cine de Málaga, un certamen en el que también presentará la gala inaugural que se celebra mañana viernes.
La intérprete donostiarra volvió a vivir en Donostia desde que fue madre, «pero sigo en contacto permanente con Madrid, donde se centraliza el trabajo», y ahora se declara encantada de participar en Málaga con esta historia rodada en San Sebastián. 'Lucía' arranca como un luminoso encuentro de amigas adolescentes en una discoteca junto a La Concha y termina con una agresión sexual. «Quería destacar el apoyo que necesitan las víctimas, sobre todo su necesidad de ser escuchadas», asegura Etura sobre esta película que ya ha sido «muy bien acogida» en festivales como Zinebi de Bilbao, Medina del Campo, Almería o Jaén.
– ¿Por qué se pone a dirigir ahora?
– Es una idea que me rondaba desde hace tiempo, pero buscaba un tema que me hiciera palpitar y encontrar un punto de vista claro para contarlo. En el parón de la pandemia llegó la idea, y quería probarme primero con un corto antes de plantearme un largo. Un director debe elegir un buen equipo técnico y un elenco con talento, y luego manejar los tiempos y superar los obstáculos que surjan en el rodaje. Y en todo eso acerté: el elenco y el equipo son magníficos y superamos problemas... desde el primer momento.
– ¿Fue complicado el rodaje?
– Fueron solo tres días pero muy intensos. El primer día se nos estropeó el generador en el trabajo en exteriores y tuvimos que luchar contra los elementos, pero al final todo salió bien.
– El corto está circulando por festivales con buena acogida del público. ¿Se considera ya en condiciones de dirigir el primer largometraje?
– Creo que ya he tomado la suficiente confianza para saber que me podría enfrentar a un largo, aunque queda claro que el cine es sobre todo un trabajo de equipo. Tengo una idea en la cabeza y en cuanto pase Málaga me pondré a escribirla. Para empezar un proyecto necesitas una premisa y una historia. La premisa la tengo clara, y ahora estoy dando vueltas a la historia. Me gusta el cine que cuenta cosas profundas desde una pequeña historia, como ocurre por ejemplo en 'El lector', esa delicia protagonizada por Kate Winslet: a partir de una anécdota relativamente pequeña cuenta la importancia de saber leer, de la cultura, para tener un criterio propio.
– Hablemos de 'Lucía', su corto que compite en Málaga: ¿cuál es la premisa que quería contar?
– La importancia de la escucha y el acompañamiento tras una agresión. De una agresión en general y de una agresión sexual en particular. Al final del corto lo dejo escrito expresamente: los mecanismos de defensa ante una agresión sexual son aún muy desconocidos por la sociedad, pese a todo el trabajo que se está realizando. Cuando hay una agresión sexual todo el mundo opina a la ligera: si la víctima hizo esto o no lo hizo, si denunció al minuto o no... Y es una cuestión tan importante que exige escuchar a la víctima antes de opinar gratuitamente.
– Parece que hoy existe más sensibilidad en ese campo, tanto en la sociedad como en las instituciones.
– Pero sigue habiendo mucho desconocimiento. Ante una agresión, y más si es sexual, hay tres grandes mecanismos de defensa: uno es huir, otro enfrentarse, y el tercero quedar paralizado por el miedo. ¿Por qué unos reaccionan de una forma y otros de otra? Yo invito al conocimiento, y sobre todo al autoconocimiento.
– No es fácil.
– Vivimos en una sociedad en la que aspiramos a valores 'exteriores', como el reconocimiento o el éxito, y poco deseo de indagar en nosotros mismos. Yo, como madre, soy cada vez más consciente de que hay que hablar de las emociones, ponerles nombre y saber cómo funcionamos esas máquinas complejas que somos los seres humanos. Y sobre todo, no juzgar desde el simplismo.
– El cortometraje empieza con unas luminosas adolescentes y se quiebra al final, aunque no quiero destripar el argumento a los futuros espectadores.
– Reconozco que es difícil hablar del cortometraje sin hacer 'spoiler'. Tenía muy claro que el espectador debía identificarse con estas chicas que salen de fiesta y con ese momento maravilloso que es la adolescencia. La adolescencia está asociada a problemas, pero también tiene una maravillosa alegría de vivir, de celebrar la amistad, de reírse con todo, de ganas de comerse el mundo. Empiezo con ese grupo de chicas que quiere vivir una noche especial, de alegría e ilusión. El corto arranca con ese subidón en una discoteca y que luego, de pronto, se rompe con la realidad de una bofetada. Es como la vida.
– Hay una escena final que es para usted fundamental.
– Sí, cuando la adolescente protagonista llega a casa tras una larga y complicada noche. Lo ideal sería que su madre, o padre, o hermana, o amigo, la escuchara, preguntara qué ha ocurrido, la acompañara en su dolor. Pero esa niña llega y se encuentra con una madre fuera de sí tras una noche entera esperándola. No es una mala madre: es una madre que está de los nervios, y la mayoría reaccionaríamos así.
– La frescura de las chicas protagonistas es una de las claves del corto.
– Sí, pasé por dos escuelas, hice pruebas, y finalmente la escuela de Binahi, que nos ayudó mucho, nos sirvió para encontrar a estas cuatro chicas estupendas que además, desde el rodaje, se han hecho muy amigas. Son Adriana Sánchez, Ane Prieto, Leire Núñez y Andere Garabieta.
– Debuta como directora pero sigue trabajando como actriz.
– Por supuesto, yo amo mi profesión, llevo 25 años trabajando y quiero seguir actuando al menos 25 años más... Solo 'ramifico' mi árbol de creatividad: siempre he sido una mujer muy inquieta, he dirigido teatro, monté un espectáculo de danza, 'Return', que funcionó muy bien... No quiero perderme nada.
– ¿Cuáles han sido sus últimos trabajos?
– Acabamos de estrenar la segunda temporada de 'Los enviados', la nueva serie de Juan José Campanella, que está en Sky Show Time y Movistar, y el 10 de mayo estrenamos otra serie dirigida por Clara Roquet, 'Las largas sombras', en Disney Plus, con Irene Escolar, Belén Cuesta y Elena Anaya. Y hay otras cosas en preparación, pero no puedo ni quiero contar más: hasta que no firmo no hablo.
– Ahora está más en Donostia que en Madrid.
– Sí, desde que soy madre paso más tiempo en San Sebastián, pero Madrid sigue siendo el foco neurálgico de la mayor parte de los proyectos. Voy mucho, a ver teatro entre otras cosas, y sigo muy conectada.
También el actor Eneko Sagardoy presenta en el Festival de Málaga que comienza mañana su debut como director. 'Betiko gaua / La noche eterna' es la adaptación audiovisual de un texto que ha escrito junto a Nerea Ibarzabal. En su primer trabajo como director el intérprete vizcaíno cuenta con las actrices Miren Gaztañaga ('Intimidad', 'El Hoyo') y Elena Irureta ('8 apellidos marroquís', 'Patria') en una historia filmada en la montaña alavesa y rodada íntegramente en euskera. «Cuando Miren reconoce a Elena, que conduce un coche de alquiler, la comenzará a perseguir por carretera», dice la sinopsis. Tras participar en selecciones como Zinebi (Bilbao) o los festivales de Gijón, Medina del Campo o Ibiza, el corto se presenta este sábado a concurso en Málaga. Para llevar a cabo este proyecto Sagardoy contó con el respaldo de las productoras Galapan, Sumendi e Ikusgarri Films.
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