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Desde que en 1978 la Filmoteca Vasca comenzara a funcionar han sido miles los documentos cinematográficos que han entrado en sus archivos; unos de ... mayor calidad que otros, pero todos los que se encuentran depositados tienen algún elemento que los convierte en únicos. Muchos de ellos fueron rodados por amateurs y recogen momentos especiales de sus familias o de la sociedad, dejando testimonio de distintas épocas que muestran la evolución de Euskadi y de sus habitantes.
Son películas o fragmentos que no tienen un recorrido comercial, pero que por su indudable interés la Filmoteca ha querido dar a conocer. Como indica Ion López, su director-conservador, «esa es nuestra función, no solo almacenar y conservar».
Para ello, la página web de Euskadiko Filmategia, cuenta con un apartado, a través del canal Vimeo, que facilita el acceso a los interesados a esas imágenes de particulares.
El proceso comenzó con la colección de Gotzon Elorza. Se trata de un arquitecto de Algorta que vivía exiliado en París. Preocupado por el desuso del euskera decidió grabar varios documentales con una cámara de 16mm. Aprovechaba sus vacaciones para regresar al País Vasco o cruzaba la frontera escondido en un 4x4. Depositó sus películas en la Filmoteca, que las restauró en 2009. La razón de elegir 'Ereagatik Matxitxakora' (1959), 'Aberria' (1961) y 'Elburua Gernika' (1962) está en que «creíamos que eran las primeras películas ideadas y filmadas íntegramente en euskera», hasta que el investigador Josu Martínez descubrió 'Gure Sor Lekua', un documental en color de hora y media de duración estrenado en 1956 en Hazparne (Lapurdi), la localidad de la que era originario su director, el general André Madré, pero del que solo están localizadas las imágenes y no el sonido.
Mientras 'Ereagatik Matxitxakora' y 'Elbura Gernika' parecen guías de viajes por tierras vizcaínas, 'Aberria' es una reflexión sobre la patria, en su caso el euskera. En ella aparecen los bertsolaris Valentín Enbeita y Jon Lopategi, y el dantzari Víctor Olaeta.
La siguiente colección que se incorporó fue la dedicada a la Guerra Civil. Son cintas que rodó el Sección de Propaganda Cinematográfica del Gobierno Vasco, con Nemesio Sobrevila como director. Entre las películas que la componen destaca 'Gernika' (1937), que contiene imágenes documentales del País Vasco, las ruinas de Gernika después del bombardeo y la salida de los niños vascos y su exilio en Francia, Gran Bretaña y Bélgica. Este documental mostraba la visión nacionalista vasca de la guerra y estaba dirigido fundamentalmente a la propaganda exterior. 'Elai-Alai' (1938), que recoge las actuaciones de ese grupo de baile infantil y del coro Eresoinka, que actuaron en diversos escenarios franceses con el fin de dar a conocer la realidad del País Vasco y de recaudar fondos para la ayuda de sus refugiados, es otro de los filmes. En este caso se trata de un telecine realizado por la Filmoteca Vasca a partir de una copia restaurada por la Cinémathèque française. El sonido se le añadió a posteriori en algunos fragmentos .
Comenzando por 1910, también se han colgado películas por décadas. Son varios los criterios que se han seguido a la hora de elegirlas entre los cientos y cientos que están archivadas en la sede de la Filmoteca en Tabakalera. La película más antigua sobre el País Vasco que conservan, y que por supuesto se puede ver en la página web, es 'Irún', de 1912. En algunos casos ha sido por su calidad o por su interés histórico, en otros porque tienen relación con algún evento concreto o un suceso no habitual, siempre que la calidad sea buena. Por ejemplo, ante la posibilidad hace un par de meses de que nevara se podían ver en la web 'Nevada en Añorga', con tres minutos de mágenes filmadas en 9,5mm. por la familia Ganuza en los años 30 y depositadas por Gorga Añorgako Historia Mintegia, o 'Donoskiando', con imágenes recogidas por Ángel Lerma, de la prueba de esquí de fondo que se realizo en La Concha en 1985. También se pueden ver las imágenes más antiguas que la Filmoteca tiene de la Behobia-San Sebastián de 1980.
Algunas de estos títulos son verdaderos 'hits', «siempre teniendo en cuenta que somos un archivo cinematográfico, no una plataforma», que han recibido varios miles de visitas. Son los casos de 'Gente de mar' (1957), la favorita del público con más de 25.000 visionados, y 'San Sebastián novia de España' (1955). La primera es un documental sobre la pesca de la anchoa y la tradición pesquera en Donostia-San Sebastián, y la segunda un recorrido turístico acompañando a unos visitantes extranjeros, narrado por Matías Prats padre.
Si se siguen estas cintas de una manera cronológica se observa la democratización del acceso a las cámaras. Las primeras son rodadas, generalmente, por camarógrafos contratados para recoger eventos de familias de alcurnia como 'Boda de Julián de Ajuria' (1921). También hay imágenes de fiestas grabadas por encargo de los ayuntamientos. Están, por ejemplo, las primeras imágenes en movimiento de una tamborrada, la de la Unión Artesana, de 1929, y de los sanfermines, de un año antes.
El primer Kilometroak en 1977, donde se ve a Mikel Laboa cantando en la plataforma de un camión, en una película amateur de Juanjo Franco, un realizador de ETB, o 'Azoka', de Miguel Ángel Quintana, con la fiesta de Santo Tomás como tema, son el reflejo de una sociedad en plena transición.
En otros caso se ha querido realizar un homenaje a nombres importantes en el mundo cinematográfico vasco como Juanmi Gutiérrez y su homenaje a Xalbador de 1981 o la película que Pedro Olea rodó sobre las inundaciones de Bilbao de 1983.
La tercera colección que en breve aparecerá en la página web de la Filmoteca Vasca recoge todo lo que ha conservado de las filmaciones realizadas por el cine-club de Azpeitia. Una iniciativa popular, impulsada por un grupo de vecinos, que en los años 70 y 80 tuvo una gran actividad implicando prácticamente a todo el municipio. Realizaron una decena de cortos. Incluso llegaron a realizar en 1987 su particular 'superproducción', con la leyenda 'Mateo Txistu', un sacerdote que abandonó la misa para irse a cazar y del que nunca más se supo.
Esta película de media hora de duración y firmada por Agustín Arenas, movilizó a casi todo el pueblo.
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