La galería Altxerri cerrará en diciembre tras 40 intensos años como dinamizadora cultural

Hay más cambios: la sala Kur prepara su traslado paulatino desde la Avenida de la Zurriola a una nueva ubicación en un emblemático punto de Hondarribia. Y ayer se inauguró una nueva sala para el arte en San Sebastián, La Central Gallery, en el barrio de Gros, con una exposición conjunta de Juan Luis Goenaga, Ruiz de Eguino y Antonio Peña.

La noticia del cierre inminente de la galería Altxerri se venía rumoreando en los medios culturales donostiarras en los últimos meses. Su director, Javier Balda, admite que ya hay fecha: el 31 de diciembre. «Queremos hacer un final ordenado porque somos conscientes del valor real y simbólico del Altxerri en el arte de esta ciudad», explica.

La galería arrancó en 1983 como una innovadora propuesta artística en la planta superior completada con un bar en su sótano con actuaciones de jazz en sus inicios y numerosas actividades culturales después. Tres parejas con interés por el arte pusieron en marcha el negocio y de todos los fundadores es la arquitecta Raquel Martínez Ubago quien se ha perpetuado en el timón de este proyecto con Javier Balda como director. Precisamente Balda explica que el cambio en el mercado del arte, acentuado por la crisis de 2008 y la pandemia, «han cambiado todo y complican la pervivencia, porque se ha centralizado en Madrid».

Altxerri celebró hace solos unos meses su 40 aniversario con una muestra que evidenció su relevancia como plataforma de artistas en las últimas cuatro décadas. El 31 de diciembre será el cierre aunque antes se prepara una exposición especial. «Hemos pedido a la propia Raquel que exponga su trabajo artístico como un cierre sentimental y como reconocimiento a su labor de todos los que hemos trabajado con ella, porque yo ahora soy director de la galería, pero antes de todo eso fui artista que tuvo el placer de exponer en esta sala», explica Balda. La exposición de Raquel Martínez Ubago comenzará a mediados de diciembre.

Quedan pendientes muchos flecos, como el futuro del local, una 'unidad de espacio' de la galería con el bar inferior. El bar del sótano, gestionado ahora por los responsables de la sala Dabadaba de Mundaiz, podría seguir abierto, de momento, hasta que se sepa el porvenir del espacio conjunto.

También cambia de rumbo la sala Kur, el espacio artístico abierto desde 2001 en el coqueto sótano situado frente al Kursaal en la Avenida de la Zurriola. Su responsable, Juanma Arriaga, coincide en que el mercado del arte ha cambiado. Ahora mismo está inmerso en el traslado, «poco a poco», de su actual ubicación a un enclave en Hondarribia. «Seguiremos funcionando, pero más con visitas bajo demanda», dice Arriaga.

Las galerías que siguen abiertas garantizan que el mundo del arte seguirá bien cubierto en la capital donostirra, desde la veterana e hiperactiva Arteko de Cristina de la Fuente, en Gros, que prepara ampliación y nuevos proyectos, hasta Cibrián, también el barrio de Gros, consagrada al arte contemporaneo, Ekain, en la Parte Vieja, o Arteztu en Benta Berri. A ellas se une ahora La Central y otros proyectos más personales, menos conocidos y de fuerte personalidad, como Villa Magdalena, de Cy Schnabel en Igeldo, con visitas también con cita previa.