Las heridas visibles e invisibles protagonizan las propuestas vascas de dFeria

La oferta vasca en la Feria de Artes Escénicas donostiarra, que se celebra desde mañana hasta el próximo viernes, evidencia la pluralidad y heterogeneidad de temas y formatos que este año se representarán en los escenarios de San Sebastián. Y aunque con tratamiento de comedia en algunos casos, son las heridas tanto visibles o invisibles del hombre y la mujer contemporáneos el hilo que une a buena parte de estas producciones.

Así, Mireia Gabilondo dirige e interpreta 'Sabes que las flores de plástico nunca han vivido, ¿verdad?', en la que Telmo Irureta se mete en la piel de un psicólogo de parálisis cerebral que se ve envuelto en una trama en la que otros personajes –incluidas dos inteligencias artificiales–, traumados y paralizados en lo emocional. «Al final, el más normal soy yo», bromeaba Irureta, cuyos pacientes al verle concluyen: «¡De qué me quejo, si tampoco estoy tan mal». Esta producción de Tanttaka, que ha contado con Aitziber Garmendia, en su versión en euskera, es «una comedia trágica de enredos y mentiras porque no hay nada mejor que reírse de lo duro y de la muerte», indicó Mireia Gabilondo.

Por ahí van los los tiros también en la obra 'Ni flores, ni funeral, ni cenizas, ni tantán', de La Dramática Errante. Esta producción, dirigida por María Goiricelaya e interpretada y producida por Ane Pikaza, aborda el viaje a través del Camino de Santiago que emprenden un padre y una hija ante la enfermedad terminal que padece uno de ellos. Cuarto montaje de esta compañía, la obra escrita en 2021 en el Centro Dramático Nacional aborda «el buen morir y el duelo» desde una perspectiva que no excluye «el humor en esos momentos tensos», explicó Ane Pikaza, que sacó el título de 'Ni flores, ni funeral, ni cenizas, ni tantán' de una frase de su tío. Se puede decir que ha despertado expectación ya que no quedan entradas para esta obra.

El ciberacoso a través del delito de compartir imágenes íntimas de contenido sexual es el tema de candente actualidad en torno al cual pivota 'Rednudes', de Pikor Teatro, con Nerea Lizarralde y Ander Chamorro, bajo la dirección de Miguel Olmeda. El responsable de la obra lamentó «la postura defensiva que algunos jóvenes varones adoptan frente a posturas feministas» e indicó que la irrupción del consentimiento en el debate social empujó a la compañía a apostar por este tema «desde un teatro respetuoso y empático entre iguales». Ander Chamorro recalcó el papel tóxico que en determinados ambientes juveniles juegan «las cuadrillas de machos» que arrastran al grupo a determinados comportamientos, a través de una red –internet–, que nos atrapa a todos y a todas».

En cuanto al espectáculo de danza 'Lana', interpretado por Rafke Van Houplines, Maddi Ruiz de Loizaga, Paula Parra, Adrián Bolaños, Jaiotz Osa, qu ejerce también de coreógrafo. Junto a Xabier Mujika, responsable de la escenografía y vestuario, Osa indicó que la pieza «habla de la cultura obsesiva por el trabajo y la competitividad, desde que somos pequeños hasta que llegamos a mayores».

Llega también la versión en castellano de la obra 'Mi deuda', que en su representación en euskera también contó con Miren Gaztañaga, y a cuyo personaje ahora da vida Vito Rogado, bajo la dirección de Agurtzane Intxaurraga. Se trata de «un texto poético» que aborda una «una historia que aborda el tratamiento de los cuidados desde una visión absurda», comentó la actriz, que no ocultó que sustituir a Gaztañaga en este papel le obligó a «salir de mi zona de confort».

Amaia Elizaran presenta el espectáculo de danza 'Iraun' que gestó, junto a la música de Neønymus, durante los años en los que se recuperó de una lesión. Pieza de formato corto, encarna el viaje emocional que implica la recuperación del propio cuerpo. En el otro extremo y como obra de gran formato, la compañía Zirkuss presenta el espectáculo 'Sustrai', un híbrido entre las artes plásticas y la dramaturgia, la danza y el circo, con una Miren Barrena que, dirigida por Lander Briones, evoluciona en el escenario como creadora de una escultura en escayola. La acrobacia y los malabares se dan cita en este montaje en el que participlan más de cuarenta personas.

Finalmente, 'Ots, del grupo Haatik Dantza, reinterpreta el movimiento cultural vanguardista a través del sello discográfico de Euskal Herria Herri Gogoa, que aunque no llegó a existir oficialmente debido a la censura, sí publicó más de doscientos discos, según explicaron Aiert Beobide, director, productor e interprete, la también directora y productora, Iurre Aranburu, y la bailarina Amaiur Luluaga. Tampoco para este espectáculo de danza quedan entradas en taquilla.