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Está enrolada en el rodaje de 'Sueños de libertad', en Antena 3. Turi Summer
«Lo imposible solo tarda un poco más»

Pepa Aniorte

Actriz
«Lo imposible solo tarda un poco más»

Consciente «desde pequeña de que todo se consigue trabajando», dice que tiene como reto meterse en la piel de una mala malísima

Domingo, 30 de marzo 2025, 00:10

Acaba de llegar del rodaje de 'Sueños de libertad', la serie de sobremesa de Antena 3, pero transmite una energía envidiable a pesar de haberse levantado «hora y media antes de que me recojan, porque no me gusta caerme de la cama y estar en el plató». Durante la charla, y antes de ponerse a estudiar el guion del día siguiente, Aniorte repite varias veces que sus padres le enseñaron que, con trabajo y esfuerzo, se conseguía todo. No les faltaba razón, porque esta actriz que canta (y muy bien), que siempre rema a favor de obra y que defiende el papel que le echen a base de verdad, se ha convertido en una de las imprescindibles de la interpretación de nuestro país.

–De vermú, poco.

–Nada, no bebo alcohol. No soy de vermú, pero sí de aperitivo. Me tomo un refresco de té o algo así y mi pulpico y mis cosas.

–Se fue de Murcia a Madrid para buscarse la vida como actriz. Y sin plan B.

–El plan B era trabajar en cualquier cosa mientras salía el plan A, pero nunca he tenido plan B. Evidentemente, pensaba que, si eso no salía, pues trabajaría en otras cosas y estaría en algún grupo de teatro de aficionados o haría cosillas en el escenario, pero, en realidad, estaba convencida de que era cuestión de empeñarse. Siempre he pensado que lo imposible solo tarda un poco más, pero, al final, sale.

–Ha trabajado con los mejores.

–Sí, aunque no tanto como hubiera querido: me hubiera gustado haber hecho seis películas con Almodóvar, siete con Jaime Chávarri… pero he tenido oportunidad de trabajar con todos ellos y de haber empezado muy poco a poco. Probablemente, si hubiera empezado con algún personaje muy protagonista la cosa me hubiera apabullado mucho, pero empecé con gente muy buena y con papeles muy chiquititos que me sirvieron para situarme y para poder verlo todo desde fuera hasta que me tocaba a mí salir cuatro segundillos.

–Cuatro segundillos que fueron subiendo.

–Es que he tenido suerte con los personajes, porque siempre han sido muy cercanos a la gente, muy populares. Creo que la media nacional se identifica más con una obrera, con una peluquera, con una mujer que está detrás de una barra que con una señora de la alta sociedad.

–¿Qué personaje le queda por hacer?

–Tengo muchísimas ganas de hacer una mala odiosa, la verdad.

–Su dicho favorito es «El que se empina es porque sabe que es bajito».

–Es un dicho de mi padre, y eso de que cuando alguien alardea tanto es porque sabe que es bajico es una verdad como un templo.

–¿En la profesión se ha encontrado muchos bajicos que se empinaban?

–Siempre te cruzas con alguno en todas las profesiones, pero yo me he cruzado más con grandes que no tenían por qué empinarse. Los grandes directores se pasan continuamente la vida mirando a otros grandes directores, a los que han hecho muchas más películas y antes que ellos. Son gente muy abierta y muy ávida de que los demás les den su opinión, que dejan que el actor añada al personaje en lugar de dirigirle de una manera estricta.

–Además de actuar, canta. Lo ha hecho en dos orquestas.

–Sí. Desde muy jovencita empecé a cantar. Es verdad que no tengo una gran voz, pero sí mucho oído, y eso me sirvió para subirme al escenario con una orquesta. Ahí fue donde me di cuenta de que, además de cantar, también quería contar cosas, y por eso me fui a la escuela de arte dramático. Quizás, si no hubiera habido ese primer paso de cantar en una orquesta, no habría    dado el segundo, el de ser actriz.

–Ahora lo hace en su espectáculo 'Diez mujeres de cine'.

–Sí, y lo que te rondaré, morena, porque me encanta.

Vedete

–Ponerse en la piel de Lola Flores o de Rocío Dúrcal tiene que ser una gozada.

–Realmente, es un homenaje. No se trata de imitar a ninguna de estas grandes porque son insuperables, inimitables, sino de poner en valor a esas mujeres que en la posguerra, en la Transición, en períodos muy difíciles para España, se subieron a un escenario, hicieron cine, televisión, y fueron unas pioneras y unas valientes al hacer cosas que hoy están superadas. Las ponemos en valor tanto a ellas como a las actrices secundarias, esas que no brillaron tanto porque hacían un poco de comparsa de las estrellas, pero que son igualmente importantes en nuestro cine.

–Le hubiera gustado ser vedete.

—Me hubiera encantado nacer un poco antes y haber tenido unas piernas preciosas para ser vedete, que no es el caso. Pero sí, me gusta la revista porque cumplió un papel fundamental en una época, ya que era la manera de llevar al público de los pueblos, que no tenía acceso a los grandes teatros, un compendio de un montón de cosas, de música, de ballet, de teatro, de comedia.

–También tiene un programa de cocina en la 7 de la Región de Murcia. Sirve para todo, Pepa.

–Se me da mejor entrevistar a los invitados que la cocina, la verdad. Pero es que, desde pequeña, he creído que todo se consigue trabajando. Eso mi padre me lo ha repetido muchísimas veces, así que he crecido en ese convencimiento. He tenido unos padres maravillosos, trabajadores, con muy pocos medios económicos. Mi padre nació en el 36 y mi madre en el 39, así que imagínate lo que han vivido, pero echaron para delante y tuvieron su piso, su casita en la playa, sus hijas con carrera terminada. ¿Qué mejor ejemplo que ellos para ver que las cosas, con trabajo, al final salen?

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