Ha estado un mes a casi 10.000 kilómetros del yacimiento pero no se ha perdido ningún detalle y acaba de regresar para celebrar el ... hallazgo de la 'mano de Irulegi'. El historiador vizcaíno Alberto Santana, y profesor de Historia del Arte en la UNED de Bergara, hace su valoración y pone sobre la mesa sus conclusiones.
– En su opinión, ¿qué supone este hallazgo?
– Me parece un hallazgo, literalmente, extraordinario en cuanto a su significación para la historia, la cultura vasca y la historia del euskera. Por un lado nos permite confirmar algunas cosas que ya sabíamos e intuíamos, como que muchos de los vascones protohistóricos de la segunda Edad del Hierro hablaban una variante antigua protoeuskérica que, de manera muy acertada, Joaquín Gorrochategui ya está denominando el vascónico. Una lengua que se usaba en áreas de la actual Navarra, como la cuenca de Pamplona o la Merindad de Sangüesa, y que no era la única en el entorno vascón, pues convivía con otras que también se usaban, como el íbero y lenguas de tipo celta.
– Eso en cuanto a lo que corrobora, ¿y en cuanto a lo que nos descubre?
– Lo que nos ha descubierto es que sabían escribir. Que habían identificado, corregido y adaptado el 'alfabeto' íbero para poder escribir su lengua. No creo que se quede ahí, este hallazgo dará alas a nuevas interpretaciones entre la proximidad y afinidad entre las lenguas ibéricas y las lenguas vascónicas. Así que es un motivo de enorme alegría.
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'Sorioneku'
«Nos ha descubierto que sabían escribir. Que habían adaptado el 'alfabeto' íbero para poder escribir su lengua»
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Descubrimiento de 'La mano'
«No aporta nada nuevo, ni sobre el origen del euskera, ni sobre su difusión tardía a Bizkaia, Álava y Gipuzkoa»
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Imperio romano
«Hoy en día ya nadie pone en entredicho que Euskal Herria fue una provincia de Roma y romanizada durante 500 años»
– ¿Tenía conocimiento de lo que se estaba encontrando en Irulegi?
– Sí, sí... hace ya siete u ocho años emitimos un capítulo del programa 'Una Historia de Vasconia' expresamente allí, que se titulaba 'Los pueblos guerreros de Vasconia'. En él ya proponíamos que posiblemente el castro de Irulegi fue la única ciudad con rango de capital para los vascones prerromanos y no Iruña-Pamplona, como se venía suponiendo en muchos casos. Pamplona tenía un par de cabañas de la Edad del Hierro pero no tenía el rango de capital, cosa que Irulegi sí tenía. La población de la cuenca fue dominante y ahora se ratifica.
– ¿Con qué argumentos?
– La tipología de casa y de urbanismo donde se ha encontrado la 'mano de Irulegi' nos demuestra que se trataba de un castro muy avanzado y muy moderno. Es una casa que tiene influencias de las grandes poblaciones del Ebro y que debió de ser muy reciente, no debía de llevar mucho tiempo construida. El hecho de que estuvieran haciendo uso de la escritura adaptada del íbero es también un rasgo de enorme modernidad. Todo esto es excitante.
– ¿En qué medida se pueden vincular ya el vascónico y el euskera en sus orígenes?
– Esto no nos aclara nada en ese sentido, no supone ninguna aportación. El tipo de inscripción es muy moderna, tiene signos de interpulsión que son puntitos para separar las palabras. Si está bien interpretada, que yo creo que sí, la propia palabra 'sorioneku' es una término tremendamente moderno y lo entendemos desde el euskera actual que es un derivado tardío. Pero no aporta nada, ni sobre el origen del euskera, ni sobre su difusión tardía en los territorios occidentales de Euskal Herria. Me refiero a la euskaldunización tardía de Bizkaia, Álava y Gipuzkoa, a donde debió llegar en época posrromana, es decir, 500 años después de esta inscripción.
– ¿Cuándo calcula que se descifrará?
– Si llega a descifrarse la inscripción entera, que yo calculo más próximo a los veinte que a los diez años, veremos en qué están escritas las otras cuatro palabras. Pero se descifrará.
– Los romanos sí llegaron a Euskal Herria y, a pesar de ello, ¿la lengua se mantuvo?
– Hoy en día ya nadie pone en entredicho que Euskal Herria fue una provincia romana. Periférica, pobre y marginal, pero provincia de Roma durante 500 años. Fue profundamente romanizada, pero no sabemos cuánto sobrevivió el euskera que hablaban en el 75 a.C. durante el Imperio Romano. No tenemos ninguna evidencia todavía. Es posible que no, como tampoco sobrevivieron otras muchas lenguas de los pueblos más poderosos. Lo que presumimos es que el euskera actual sea hijo de un euskera común posterior a la romanización.
– Entonces falta el nexo entre ese vascónico prerromano de Irulegi con el euskera posrromano. Pero, ¿sí se puede decir con certeza que sea antecesor?
– Falta el vínculo, pero sí se puede asegurar. Si efectivamente es 'sorioneku', Gorrochategui tienen toda la razón en decir que es una forma antigua del euskera.
– El protocolo ha sido muy estricto con la 'mano de Irulegi', contrariamente a lo que sucedió con el fraude de Iruña-Veleia.
– La actuación de Aranzadi ha sido ejemplar. De esta pieza tenemos una trazabilidad impecable con fotografías y una estatigrafía perfectamente datada, a diferencia de los falsos hallazgos de Iruña-Veleia. Allí, en 2006, se hizo el recorrido inverso: el arqueólogo lo mostró a la prensa antes de ser estudiado.
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