«La cultura no puede ser la alternativa de ocio a ir de poteo»
RUMBO A LA SOCIEDAD POSPANDEMIA ·
El responsable de Kukai cree que la pandemia «ha hecho aflorar problemas previos» y que hay que adecuar la relación entre programación y públicoSecciones
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RUMBO A LA SOCIEDAD POSPANDEMIA ·
El responsable de Kukai cree que la pandemia «ha hecho aflorar problemas previos» y que hay que adecuar la relación entre programación y público«No podemos plantearnos ir al teatro, al concierto o al museo simplemente como formas de ocio. No podemos ser la competencia de una cena con la cuadrilla o del poteo». Es la conclusión a la que ha llegado el bailarín y coreógrafo Jon Maya ( ... Errenteria, 1977), en su reflexión cultural para la época postpandemia. Una nueva etapa en la que, asegura, no todo se puede atribuir al virus, sino que ha puesto de manifiesto tendencias que ya asomaban con anterioridad.
La llegada de la pandemia le cogió en un buen momento profesional. «Después de haber pasado en 2019 por el Festival de Avignon y con una agenda bastante importante en varios países europeos con 'Oskara' y ya en solitario, con 'Gauekoak', estaba no sé si en mi mejor momento, pero sí en uno importante. Se empezaban a vislumbrar proyectos creativos muy importantes y de repente, estábamos encerrados».
ARTES ESCÉNICAS
107 miembros 107 miembros tiene registrados la Asociación de Profesionales de la Danza del País Vasco, aunque actualizará con el Observatorio de la Cultura estas cifras, ya que hay muchos no asociados.
Datos
Las compañías perdieron en 2020 el 45% de los espectáculos previstos. Los que sufrieron mayor afectación fueron los dirigidos al público infantil y juvenil.
Dos de cada tres compañías interrumpieron los procesos de producción de nuevos espectáculos a causa de la pandemia.
En el ámbito de las artes escénicas, aunque no sólo, el panorama postpandemia no es una vuelta a cómo estaban las cosas en enero de 2020, sino que la situación ha cambiado. Aunque quizás no tanto, en opinión de Maya. «Ha florecido algo que ya estaba sucediendo con anterioridad a la pandemia. No es nada popular lo que voy a decir, pero lamentablemente hemos visto teatros a mitad de aforo antes de la pandemia. Esos datos no podemos atribuirlos al virus. Hay un problema más allá porque hay un gran trabajo que hacer en el terreno que vincula la exhibición con el público. Eso ya venía de atrás».
¿Qué quiere decir el responsable de Kukai con esto? «Hay espectáculos que llenan, pero otros sufren y no tengo claro que sea algo coyuntural». Y ante esta situación, lo que defiende, «más que una medida urgente, es una reflexión sobre el modelo de exhibición y de los mal llamados 'hábitos de consumo'. No podemos plantearnos ir al teatro, al concierto o al museo simplemente como formas de ocio. No podemos ser la competencia de una cena con la cuadrilla o del poteo».
Jon Maya apuesta por «otro tipo de planteamiento, en el que la asistencia a actividades culturales debería estar incorporada ya a nuestros hábitos cotidianos. Y aquí entran los hábitos de programación, la educación de mucha gente... Es un proceso largo». Y se remite a un ejemplo que vivió hace años en Holanda: «Nos programaron un miércoles y le comenté que qué raro, un día de entre semana. Y me contesto: 'No, raro, no. El fin de semana es para el ocio'. El ocio puede ser ir al monte y salir de cena, y es un gran error entrar desde la cultura en competencia con eso. Hoy (por el martes) actuamos en Roma. En casa sería raro que actuáramos un martes». A corto plazo, cree que toca diseñar proyectos que unifiquen programación y diferentes sectores de la sociedad.
Sobre cómo respira el sector de las artes escénicas, asegura que «el tema está complicado. Ha aflorado que el creativo era un ámbito débil y en una situación extrema, ha traído rupturas». Reconoce que en su entorno no ha vivido «abandonos», pero se muestra convencido de que se han producido. «Cuando estás en un sector que es el primero que se cierra y el último que se reabre, no es de extrañar que haya quien decida arrojar la toalla».
Respecto a cómo ha vivido estos dos años al frente de Kukai, recuerda que «el parón en seco supuso perder unas treinta actuaciones, algunas, en plazas importantes. Luego apostamos por mantener nuestra estructura con el riesgo que conllevaba en aquel momento». Una vez tomada esa decisión, Maya se embarca en iniciativas como el cortometraje 'Bizimina', proyectos audiovisuales «o como los que hicimos con la Universidad de Navarra y el Bellas Artes de Bilbao... », señala el responsable de Kukai. Posteriormente, «cambiamos la estrategia». La solución, continúa Maya, «fue virar hacia el panorama vasco con contenidos apropiados».
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