Kukai Dantza y la EGO proponen una «experiencia inmersiva» sin los límites del escenario

«Más que un espectáculo al uso nos gusta definirlo como una experiencia inmersiva para el público». Así define Jon Maya, bailarín y director de Kukai Dantza, el estreno absoluto de 'Eta orain zer?', el nuevo proyecto en el que la compañía cuenta con la colaboración de Euskal Herriko Gazte Orkestra (EGO) y del compositor Pascal Gaigne. Una 'experiencia' que irá poniendo el punto y final a la 83 edición de la Quincena Musical el próximo sábado 27 (20 horas) en Lekuona Fabrika de Errenteria.

Un show que parece difícil poner en palabras, que es «materia viva y cambiante» y en el que el escenario se 'abre' al público con un espacio diáfano y sin butacas «en el que van a comenzar a ocurrir cosas». Entre ellas, la amalgama coreográfica que los once bailarines de Kukai (Maya inclusive) interpretarán moviéndose entre la danza tradicional y la contemporánea, y que se inspira en el valor simbólico de la soka-dantza, su trabajo colaborativo y su diversidad cultural.

Alrededor del público, la danza, como también los intérpretes de la EGO para quienes esta colaboración supone «ir un paso más allá y salir de nuestra zona de confort, para convertirnos en un elemento vivo de la coreografía», asegura Rubén Gimeno, director musical de la orquesta. «El futuro nos obliga a ser más multidisciplinares». Después de llenar el Kursaal el pasado día 5 junto a la JOCAN y el Orfeón Donostiarra con el mayúsculo reto de la 'Sinfonía nº 3' de Mahler, la joven orquesta regresará a la programación de Quincena en plena celebración de su 25 aniversario.

Precisamente, con esta cita Kukai Dantza conmemora también sus dos décadas de vida y trabajo en 'su propia casa', Errenteria. «Después de veinte años de trayectoria y tras una pandemia, nos preguntamos qué teníamos que hacer ahora», relata Maya. Y desde esa pregunta nace 'Eta orain zer?', que finalmente ha título a su «experiencia» inmersiva, para la que han contado con la música del compositor de Caen Pascal Gaigne.

«Los límites los uso como un método creativo», cuenta Gaigne, «y en este caso más que nunca porque los músicos están amplificados y se mueven por el espacio». Aunque, como advierte el director del festival Patrick Alfaya, «la partitura de Pascal está viva y todo puede pasar de aquí al día 27». Y es que el compositor, la orquesta y los bailarines continúan arreglando la música, eliminando partes y añadiendo otras nuevas a falta de una semana para su estreno. «Sigue creciendo y lo seguirá haciendo, como un pastel en el horno», ejemplifica Maya, «es un espectáculo que no se repetirá igual dos veces seguidas».

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