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Tarzán observa cómo los nativos construyenuna trampa. El árbol actúa a modo de viñetas.
Burne Hogarthy sus páginas dominicalesde Tarzán

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Editorial Dolmen recupera los años dorados del rey de los monos

Lunes, 18 de febrero 2019, 07:12

Dicen que, allí, el silencio no existe. La jungla puede ser sobrecogedora y deslumbrante en su belleza pero, por encima de todo, es peligrosa. Dicen quienes allí han estado de verdad, que no es buena idea descuidar la espalda o, a cada paso, dejar de ... escuchar el sonido de las criaturas que pertenecen a ella porque, allí, un segundo es la diferencia entre la vida y la muerte. A veces, los árboles se enredan de tal forma, que la luz del sol se ahoga y solo quedan sombras, las lianas pendiendo cual cortinas desgarradas, formando telarañas imposibles. Entonces, ocurre; un grito de victoria o quizás de desafío hace que todo calle. La jungla sabe que Tarzán acaba de recordar que allí, él es quien manda.

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