
'El río de las cenizas' de Rafael Reig (Editorial Tusquets)
Vejez como cara a cara con uno mismo ·
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Vejez como cara a cara con uno mismo ·
IÑIGO URRUTIA
Miércoles, 29 de junio 2022, 14:42
Un adinerado anciano, renqueante de un ictus, ingresa en una residencia privada, constata que no está prisionero, y evoca su pasado mientras la 'peste' puertas afuera y adentro campa a sus anchas, sus noticias forman parte ya del espectáculo y muchos contagiados mueren por combustión espontánea. Rafael Reig (Cangas de Onís, 1963) entrevera en 'El río de cenizas' el relato entrañable en primera persona de un anciano en la recta final –emotivo porque quizás pueda ser el de cualquiera que cruce la setentena–.
Autor | Rafael Reig | |||
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Editorial | Tusquets | |||
Páginas | 256 | |||
Precio | 18 euro |
El narrador escribe con una mirada retrospectiva que desmadeja «los hilos invisibles que nos sujetan unos a otros... que nos atraviesan y unen el pasado, el presente y el futuro». Una indagación que alumbra errores y pasos en falso –de pareja, paternales...–, conjura sus fantasmas biográficos, y que le lleva a reconocer que la vejez también es «enfrentarte a ti mismo, descubrir quién eres a través de lo que los demás piensan de ti», aunque muchos ya críen malvas. «Nunca conseguimos devolver lo que debemos» a los que amamos, sentencia, mientras lee el 'Libro de la vida', de Santa Teresa, y 'La conjuración de Catilina', de Salustio. El relato entre confesional y desinhibido del narrador –gozosamente proverbial en Reig– se produce en el microcosmos de la residencia Los Carrascales, poblado de personajes singulares, entre el delirio y el esperpento, mientras afuera la la realidad adquiere rasgos surreales (confinamiento, cierre perimetral, gorriones en la diana...). Evocación amarga, fina ironía sin sanguinolencia, cierta reivindicación de la bonhomía y una visión lúcida de un mundo que contiene rasgos esperpénticos. El autor de 'Todos está perdonado' construye un personaje emotivo, de carne y hueso, de deseo redivivo y fugaz y lucidez serena que brinda un desenlace de impresión, con un pasaje en el que el río de cenizas es una espléndida metáfora de la vida.
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