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Literatura

El nuevo credo del 'sé tú mismo'

Gilles Lipovetsky cartografía el impacto del 'be yourself' en los estilos de vida y los riesgos de convertirla autenticidad en un fetiche

Iñigo Urrutia

San Sebastián

Sábado, 20 de abril 2024, 11:12

La autodeterminación de género más allá de la biología, los vaqueros rotos, los 'influencers', el culto al cuerpo, los divorcios otoñales, el narcisismo exhibicionista en las redes, el body art, la escritura del yo, el turista que 'viaja de otra manera', el #MeToo, los nuevos modelos de familia, la cultura de la cancelación, los movimientos decoloniales e indigenistas... ¿Qué vincula a todas estas tendencias y estilos de vida? El vector de la autenticidad personal, el derecho a ser uno mismo, la primacía del yo, su autorrealización y bienestar.

Gilles Lipovetsky (Millau, Francia, 1944) irrumpió en el análisis de la contemporaneidad con 'La era del vacío' (1983), donde sostenía que el individualismo es el nuevo sujeto histórico de las sociedad democráticas. Demolidos los grandes relatos que explicaban la historia, inmersos ya en el apogeo de la posmodernidad, este humanista ha escrutado durante las últimas décadas con una mirada infrarroja las corrientes de fondo que subyacen en los cambios sociales e ideológicos.

'La consagración de la autenticidad' cartografía ahora las expresiones poliédricas del ideal de 'ser uno mismo' (be yourself) que gobierna buena parte de nuestras acciones y anhelos, nuestra forma de estar en el mundo. Un examen que huye de prejuicios y posiciones maniqueas para exponer las paradojas, contradicciones y riesgos de la «extensión de la ética de la autenticidad a la esfera de los bienes mercantiles». Sujetos de derechos, hedonistas, la exigencia de ser uno mismo, genuino, adquiere la textura de una norma social, cuando no de un credo.

Lipovetsky distingue tres etapas en la evolución del concepto de autenticidad, en esa fiebre del 'realícese en armonía consigo mismo'. La fundacional comienza con Rousseau y su propósito moral de la honestidad con uno mismo, en combate con el conformismo social del Antiguo Régimen. Una necesidad individual, del ámbito íntimo que ampliarán durante el siglo XIX Kierkeegard, Nietzsche o Thoreau. Su plasmación en el ámbito cultural será la vida bohemia, el desprecio a la vida burguesa y la apuesta por vivir intensamente el presente (Baudelaire, Rimbaud...). Esa rebelión individual se transforma en un fenómeno generacional, juvenil, a partir de los años 50 del siglo pasado, con la emergencia de la contracultura y su impugnación de la deshumanización y alienación capitalistas.

Economía del deseo

La vida auténtica ya no se construye como proyecto individual o moral, sino a través de nuevas formas de estar juntos (comunas...) y por la explosión de la subjetividad, sin represiones (amor libre, derechos a todas las sexualidades...). La autenticidad que era de esencia moral, se transforma en una corriente revolucionaria y antisistema.

A finales de los años 70 comienza a asomar la fase actual, con una radicalización y expansión del 'be yourself', un ideal que se interioriza e incorpora a las costumbres, en una economía del deseo que otorga «primacía al yo y su realización». «Ser uno mismo ya no significa adecuarse a su 'yo profundo', sino vivir de acuerdo con lo que deseamos, con nuestros deseos y gustos», que pueden ser inmediatos, efímeros y volátiles.

Nuevos modelos de familia, divorcios otoñales, consumo comprometido, moda inclusiva, el prestigio del patrimonio como legado y memoria, el turista antiturista, la 'bomba' trans –«El cuerpo natural aparece como mentira y el cuerpo 'artificial', como el lugar de la autenticidad subjetiva»–, las variantes del derecho a ser genuino son atendidas por una economía que singulariza su oferta infinita para colmar casi en tiempo real los deseos del «coleccionista de experiencias».

Fe ciega

Lipovetsky advierte contra el fetichismo de la autenticidad, concebida como panacea contra «los males engendrados por la tecnociencia, el hiperindividualismo y la economía de mercado».

El autor de 'El imperio de lo efímero' cambia de tono y alerta contra los «efectos catastróficos» que la fe ciega en la cultura de la autenticidad y la 'autorrealización del niño' han tenido en la educación y en la autoridad parental, «hecha trizas». Del mismo modo que el 'be yourself' explica en parte el éxito de los liderazgos populistas.

Lipovetsky postula que «tenemos que deconstruir la fe ciega en las virtudes de la propia autenticidad», porque no es «una respuesta seria a los problemas del mundo».

La consagración de la autenticidad

  • Autor: Gilles Lipovetsky

  • Traductora: Cristina Zelich.

  • Editorial: Anagrama

  • Páginas: 432

  • Precio: 22,90

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